El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que consideraría la posibilidad de divulgar datos de inteligencia relacionados con el asesinato del comandante militar iraní Qasem Soleimani.
«Podemos discutir eso», dijo el presidente a los periodistas a bordo del Air Force One. Además, dijo que Soleimani «estaba llevando a su país por un camino peligroso muy malo».
El 3 de enero, el general Qasem Soleimani, jefe de la Fuerza Quds de élite de la Guardia Revolucionaria iraní, murió en un ataque con aviones no tripulados en el Aeropuerto Internacional de Bagdad. Según la Administración de los Estados Unidos, la operación fue defensiva, ya que tenía como objetivo proteger a las tropas estadounidenses estacionadas en el Medio Oriente. Según Washington, los ataques planeados por el general iraní podrían haber llevado a la muerte de cientos de estadounidenses e iraquíes.
Después del ataque, el Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán se comprometió en una sesión de emergencia a exigir una «severa venganza» contra los involucrados en el asesinato de Soleimani, culpando a los Estados Unidos por el ataque. En una llamada telefónica con el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, el canciller iraní Mohammad Javad Zarif criticó el ataque como un acto de terrorismo por parte de los Estados Unidos.