El expresidente de Bolivia, Evo Morales, presentó hoy a un equipo de juristas que lo asesorará y previsiblemente asumirá su defensa antes acusaciones de los golpistas en su país.
Los abogados Raúl Zaffaroni y Gustavo Ferreyra conforman el equipo jurídico que asumirá la defensa y asesoría del mandatario boliviano ante las acusaciones del gobierno golpista instalado en La Paz, Bolivia, luego del 10 de noviembre.
Los letrados sostienen que el Gobierno de facto boliviano desconoce el sistema jurídico mundial al violar las normas elementales del derecho internacional al hostigar embajadas.
Según Zaffaroni hasta ahora no recibieron ninguna solicitud de extradición contra el mandatario boliviano, y que solo conocen de órdenes de detención emanada por fiscales por el delito de sedición, cuya naturaleza política no permite que se solicite extradición.
El presidente constitucional boliviano dijo durante la rueda de prensa que las acusaciones de sedición en su contra son por denunciar el golpismo y los abusos del Gobierno de facto, ‘el que protesta contra el gobierno de facto es sedicioso’, acotó.
Por su parte, dijeron los juristas, Bolivia no es un Estado constitucional, pues no existe la fuerza regulada, hasta el momento se desconoce si la autoridad de facto domina el aparato de administración y del territorio por lo que su Gobierno radica en el uso de la fuerza bruta, una situación inédita en la región.
Apuntaron además, que la autoridad competente, la Asamblea Legislativa Plurinacional de Bolivia, no aceptó ni rechazó la renuncia de Morales, por lo tanto, constitucionalmente, este sigue siendo el presidente del Estado Plurinacional.
Por otra parte, una entrevista a Andrónico Rodríguez y publicada por el sitio thegrayzone.com plantea que los bolivianos no consideran que existirá transparencia en las elecciones que convocará el gobierno golpista que preside Jeanine Añez.
Rodríguez, considerado como un fuerte candidato para encabezar al Movimiento al Socialismo (MAS) en esos comicios, señaló que tomando en cuenta esa problemática pedimos observadores internacionales y también una comisión electoral de la Unión Europea y otros organismos que sean creíbles.