Estados Unidos intentó frustrar los juegos de guerra naval entre Rusia,China eIrán y usó drones para espiarlos


Los ejercicios militares entre los tres países, que tuvieron lugar a fines de 2019, tenían como objetivo practicar la cooperación para combatir el terrorismo y la piratería en el mar.

El contralmirante de la Marina iraní Hossein Khanzadi ha revelado que Estados Unidos y sus aliados intentaron frustrar los juegos de guerra naval conjuntos organizados por Moscú, Pekín y Teherán entre el 27 y el 30 de diciembre en el norte del Océano Índico y el Golfo de Omán. Agregó que debido a una operación de engaño organizada, no tuvieron éxito en sus intentos.

«Durante el ejercicio naval combinado, los estadounidenses y sus aliados celebraron una reunión de emergencia destinada a interrumpir el proceso del juego de guerra conjunto con nuestros dos aliados», dijo el almirante.
Khanzadi dijo que los EE. UU. Solo lograron monitorear los ejercicios militares del Cinturón de Seguridad Marina utilizando drones espías, pero no lo frustraron. El almirante iraní señaló además que los juegos de guerra estaban destinados a mostrar que un grupo de aliados regionales es capaz de garantizar la seguridad en el sector sin ninguna interferencia o ayuda extranjera. Khanzadi agregó que se realizarán ejercicios similares en el futuro, pero no antes de marzo de 2020.

«Nuestros amigos tendrán la seguridad de que la República Islámica del Irán y sus aliados pueden establecer la seguridad marítima y que no hay necesidad de la presencia de fuerzas extranjeras, en particular estadounidenses», dijo.
Los comentarios del almirante son una referencia aparente a la iniciativa estadounidense del año pasado para organizar una coalición marítima militar bajo el liderazgo de Washington para asegurar los envíos que atraviesan el Golfo de Omán. La idea, que recibió un apoyo internacional limitado, se introdujo a la luz de los ataques de mayo y junio de 2019 contra los petroleros que navegan por el Estrecho de Ormuz, la única salida marítima del Golfo.

Washington acusó a Irán de atacar embarcaciones pertenecientes a Arabia Saudita, Noruega, Japón y los Emiratos Árabes Unidos, pero no presentó pruebas creíbles para corroborar los reclamos. Teherán, a su vez, negó cualquier participación en los dos incidentes e incluso informó de un ataque contra uno de sus petroleros, pero esta vez en el Mar Rojo, cerca de las costas de Arabia Saudita.

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