A pesar de que las relaciones entre Rusia y la OTAN han estado en una espiral descendente desde 2014, el jefe de la alianza, Jens Stoltenberg, declaró recientemente que quiere dialogar con Moscú y expresó su disposición a reunirse con el presidente ruso Vladimir Putin en las circunstancias «correctas».
El Reino Unido reflexionó sobre ofrecer a Rusia un puesto como «miembro asociado» de la OTAN en 1995, con la idea presentada por el entonces Ministro de Defensa Malcolm Rifkind, según muestran documentos no clasificados publicados por los Archivos Nacionales del Reino Unido. Tal estado no implicaría «garantías del artículo V», membresía en el personal militar internacional de la OTAN o derechos de veto para Rusia, indicaron los documentos.
«Sin embargo, le daría a Rusia un estatus formal dentro de la OTAN, le permitiría asistir, por derecho, a reuniones ministeriales y de otro tipo, y alentaría una convergencia gradual y la armonización de políticas, doctrinas y prácticas», argumentó Rifkind.
La idea detrás de la oferta era evitar que Moscú protestara contra la ampliación de la OTAN, específicamente hacia el este, algo que el entonces presidente ruso Boris Yeltsin advirtió a la OTAN en ese momento, señalando que «podría provocar problemas» debido al descontento público en Rusia.
Rifkind también indicó que Rusia «ha entrado en una fase difícil y dudosa», mientras que la posición de su presidente se había «debilitado», ya que incluso aquellos que se opusieron a un regreso a la URSS en Rusia estaban en contra de la ampliación de la OTAN. El ex ministro de defensa del Reino Unido vio la membresía asociada como una posible solución.
«Lo más importante proporcionaría un marco aceptable que permitiría que la ampliación se llevara a cabo sin rencor y represalias […] Deberíamos hacer de Rusia un miembro más normal de la familia occidental. Necesitamos ayudar a Yeltsin a hacer de Rusia un país europeo más normal», dijo el ministro.
La idea, sin embargo, encontró poco apoyo en el resto del gabinete del Reino Unido, y el Ministerio de Asuntos Exteriores advirtió contra la construcción de una relación con Moscú «basada en falsas expectativas rusas de que algún día se convierta en miembro de la alianza».
La idea no se olvidó en última instancia, sin embargo, Rifkind indicó en una entrevista con The Guardian. Señaló que evolucionó hasta el Consejo OTAN-Rusia, que existió hasta 2014, cuando los lazos entre la alianza y Moscú comenzaron a deteriorarse por el golpe de estado en Ucrania. A pesar de esto, ambas partes han expresado regularmente su disposición a reanudar el diálogo, y el Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, declaró el 23 de diciembre de 2019 que está listo para reunirse con el presidente ruso Vladimir Putin en las circunstancias «correctas», sin dar más detalles.