El secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo, y el jefe del Pentágono, Mark Esper, trataron de influir en el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, para que no congelara la ayuda militar a Ucrania. El New York Times escribió sobre esto en su investigación sobre Ucrania.
Con base en docenas de entrevistas, los periodistas señalaron que la posición en contra de la decisión de Trump de congelar la ayuda a Ucrania fue «mucho más fuerte de lo que se sabía anteriormente».
Pompeo y Esper se reunieron con Trump en la oficina oval de la Casa Blanca a fines de agosto. Sus intentos de convencer al líder estadounidense de abandonar la decisión de congelar la ayuda militar a Kiev fueron en vano. Los funcionarios de la administración creían que «proporcionar ayuda era en interés de los Estados Unidos». En la reunión también estuvo un asesor del presidente estadounidense para la seguridad nacional, John Bolton.
Recordemos, de acuerdo con la correspondencia electrónica publicada de representantes de la administración estadounidense y el Departamento de Defensa, la Casa Blanca pidió al Pentágono 91 minutos después de una conversación telefónica con Trump y Zelensky de congelar el pago de 300 millones de dólares a Ucrania.
Fue esta conversación entre los dos presidentes y el posterior congelamiento de los pagos lo que se convirtió en la razón formal de la destitución de Donald Trump.