Mercenarios desde Siria a Libia y viceversa


Las evidencias publicadas en medios de prensa confirman que al menos mil mercenarios integrados a organizaciones terroristas en Siria están en Libia en un trasiego logístico y financiero respaldado por Turquía con el beneplácito de Estados Unidos

Medios como Al Watan, la agencia nacional siria SANA o el sitio web Al Masdar y desde sus propias fuentes y de las redes sociales, señalan con insistencia que en la última semana de diciembre esos ‘traslados’ se realizaron en cuatro vuelos desde las áreas que ocupan tropas turcas en el norte de las provincias sirias de Hasaka y Alepo.

De acuerdo con los datos, los mercenarios ‘transferidos’ pertenecen fundamentalmente a las facciones extremistas Suquor Al Sham y Faylaq Al Sham, llegados a la provincia de Idleb bajo control de la llamada Junta para la Liberación del Levante, otrora Frente Al Nusra, luego de ser derrotados en el 2018 por el ejército sirio en los alrededores de Damasco.

Dichos efectivos son de origen turcomano, de la etnia china de los uigures, uzbekos, chechenos y de países árabes, incluídos libios, con salarios mensuales de entre mil 800 y dos mil dólares, todo bajo un acuerdo negociado entre el exAl Nusra y el Ejército Nacional de Liberación, respaldado por Ankara, presentes en las zonas mencionadas.

Para analistas y expertos de la situación, nada de eso ha sido posible sin la aceptación de Washington, el respaldo operativo de las agencias de inteligencia estadounidenses, turcas y del régimen sionista de Israel, cuya aviación lanzó recientes ataques en dos ocasiones desde Jordania contra presuntas posiciones iraníes en territorio sirio.

Se trata además, de garantizar que Al Nusra y sus grupos afiliados, perfeccionen sitios seguros para operar desde la región de Afrin, en el norte de la provincia siria de Alepo y donde se despliegan más de seis mil militares turcos desde el 2016 tras sus operaciones contra las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), compuesta mayormente por kurdos.

Los reportes indican también, sobre todo en la redes sociales, que elementos extremistas en el territorio nororiental sirio rehuyen comprometerse en esas operaciones y a partir de los últimos ataques con drones por parte de Estados Unidos a lo largo de la frontera sirio-iraquí en la región de Abukamal.

El enrarecido ambiente y el aumento de las tensiones provocado por tales acciones ponen en peligro las continuadas conversaciones bajo los formatos de Ginebra, Suiza, Sochi, Rusia y Astaná, Kazajastán para buscar una salida a la situación en Siria.

Washington agudiza el ambiente de guerra, propicia la logística desde la base que ocupa en el territorio sirio en Al Tanef, en el sureste junto a la frontera con Iraq y por medio del Centro de Comando de Operaciones Avanzadas en Amánn, Jordania, integrado a la Organización del Tratado del Atlántico del Norte (OTAN).

De Siria a Libia y viceversa, esta ‘revitalización’ del terrorismo, es otro rejuego de quienes pretenden prolongar la guerra impuesta a esta nación del Levante y propiciar la destrucción a través de una injerencia directa.

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