Estados Unidos se encuentra en una situación extremadamente desventajosa después de que los sistemas de misiles supersónicos entraron en servicio en Rusia. Ahora la industria de defensa estadounidense tiene que ponerse al día, pero el tiempo no está de su lado.
Esto se afirma en el material de The New York Times.
La publicación enfatizó que la velocidad y maniobrabilidad del sistema de misiles ruso Avangard complica su detección y, además, la intercepción es una tarea casi imposible para los sistemas modernos de defensa aérea.
El director general de la Asociación de Control de Armas, Daryl Kimball, aunque afirma que la amenaza de las últimas armas rusas a los Estados Unidos es «limitada» contra el resto del «arsenal nuclear aterrador» de la Federación Rusa, instó a Washington a comenzar las negociaciones con Moscú lo antes posible.
«Washington necesita comenzar inmediatamente las negociaciones con Moscú sobre la regulación de nuevos tipos de armas», dice.
Mientras tanto, según William Roper, jefe del Departamento de Adquisiciones y Tecnología de la Fuerza Aérea de los EE.UU., ahora todos los servicios de los EE.UU. han sido contratados por un programa supersónico para «permitirles ponerse al día». “Rusia y China han hecho del desarrollo de armas supersónicas una prioridad. Nosotros ya no”, se quejó el funcionario de Washington.
El ex agente especial de EE.UU. admitió que Rusia puede inutilizar los sistemas militares de Washington.
Según las previsiones del Pentágono, Estados Unidos podrá ponerse al día con oponentes estratégicos para el 2022, pero en la comunidad de expertos, como lo enfatizó The New York Times, tales términos se llaman extremadamente optimistas.