La producción en la segunda economía del mundo se ha acelerado, lo que ha contribuido al aumento de beneficios industriales, al tiempo que la demanda doméstica se ha estabilizado y los ánimos en el mercado chino han aumentado a la espera de que Pekín y Washington finalmente firmen la primera fase de su acuerdo comercial.
Estas mejoras, según los analistas de Bloomberg, se deben a que los políticos chinos tomaron una amplia gama de medidas en beneficio del consumo, la movilidad laboral y el sector privado.
Como resultado, los economistas de Bloomberg actualizaron su pronóstico respecto al crecimiento de la economía china para el 2020 hasta situarlo por debajo del 6% en términos anuales. La agencia espera que China aumente su fuerza económica en los meses venideros, pero la sostenibilidad de esta mejora aún sigue por verse. Los economistas no descartan la posibilidad de que la economía del país asiático continúe desacelerándose en el 2020.
El principal factor que puede servir de gran impulso para la economía del país es el posible levantamiento de las tarifas arancelarias impuestas por Washington. Al tomar en consideración esta posibilidad, los sectores industriales de EEUU, la Eurozona y Japón registraron un crecimiento moderado de la producción en diciembre del 2019, frente a los meses anteriores.
«La producción [en China] se aceleró, a medida que la demanda externa recuperó su crecimiento, la domestica incrementó y el clima relativamente favorable facilitó la actividad [económica]. Esperamos que China brinde su apoyo continúo a las políticas que otorguen recursos financieros a las empresas pequeñas y medianas en el 2020», concluyó el economista Shen Lan, de la empresa Standard Chartered China.