El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha anunciado planes para buscar el apoyo de su parlamento para enviar tropas a Libia. Las fuerzas turcas lucharían del lado del Gobierno de Acuerdo Nacional (GAN) dirigido por Fayez al-Sarraj contra el Ejército Nacional de Libia encabezado por Khalifa Haftar, que goza del apoyo de varios países, incluida Rusia. Las tropas turcas serán desplegadas en Libia tan pronto como reciban una invitación del gobierno de Sarraj.
El líder turco es consciente de que está interfiriendo no solo en un conflicto local en Libia, sino en una guerra que involucra a muchos países. Además de Rusia, entre los que respaldan a Haftar se encuentran los Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Francia, Israel y Sudán. El Kremlin rechaza las acusaciones de que Moscú está participando en el conflicto libio, al tiempo que reconoce que se han visto mercenarios de una gran cantidad de países.
Según el orientalista de la Escuela Superior de Economía Andrei Chuprygin, es poco probable que las fuerzas turcas cambien el rumbo de las hostilidades en curso. «Haftar ha sido detenido sin la participación de Turquía. Ha estado tratando de apoderarse de Trípoli durante ocho meses, pero no ha podido hacerlo», dijo el experto.
La participación de Turquía en la guerra de Libia tiene más ventajas para Erdogan que para Sarraj, señaló Chuprygin. El líder turco debe demostrar que está listo para proteger sus intereses en la región mediterránea, incluso utilizando la fuerza militar. Erdogan está insinuando a sus votantes que sigue siendo fiel a la ideología de su partido y todavía está listo para apoyar el Islam político.
Si bien señaló que la Hermandad Musulmana (proscrita en Rusia) sigue siendo un actor poderoso en el oeste de Libia, el experto advirtió en contra de describir la guerra civil como una lucha contra los yihadistas. Al menos dos batallones de salafistas están luchando del lado de Haftar, dijo.