Una vez que el Partido Verde se una al nuevo gobierno austríaco, la retórica del país podría volverse menos favorable hacia Rusia, pero el nuevo gabinete no afectará significativamente las relaciones entre Viena y Moscú, dijeron expertos entrevistados por Izvestia. Se espera que la coalición encabezada por el líder del Partido Popular de Austria, Sebastian Kurz, sea aprobada oficialmente a principios de enero.
Kurz, el ex canciller de Austria, ha tenido una postura bastante pragmática y favorable sobre Rusia, mientras que los Verdes han sido siempre críticos con Moscú y su política exterior. En vista de que los Verdes se unan al nuevo gabinete austríaco, la pregunta es cómo el nuevo socio influirá en la política exterior de Viena hacia Moscú, escribe el periódico.
Según el profesor de la Universidad Estatal Rusa para las Humanidades, Vadim Trukhachev, la presencia de los Verdes en la coalición gobernante eliminará a Austria de la lista de países con una postura favorable sobre Rusia, pero aún así, no se unirá a la camarilla de estados siguiendo una política anti-rusa.
«El Partido Popular de Austria tomará decisiones en el Ministerio de Relaciones Exteriores, mientras que los Verdes obtendrán cargos menos importantes», dijo el experto al periódico. «Aunque los Verdes se opondrán a la construcción de Nord Stream 2, se encontrará un compromiso. Austria endurecerá su línea general sobre Rusia, pero se construirá el gasoducto».
El jefe del Departamento de Estudios Sociales y Políticos del Instituto de Europa de la Academia de Ciencias de Rusia, Vladimir Schveitser, cree que las relaciones bilaterales se mantendrán sin cambios porque la política exterior está conformada por todo el gobierno y no por un solo partido. «Tenemos buenas relaciones con Austria. Incluso en lo que respecta a las sanciones, Viena las respalda solo porque es parte de la Unión Europea, y esto no tiene nada que ver con los Verdes», dijo el experto al periódico.