Diciembre mantuvo ocupados a los bomberos en la capital india, con dos incidentes importantes: el primero el 8 de diciembre y otro el 23 de diciembre, matando a un total de 52 personas e hiriendo a docenas.
El martes, estallaron incendios separados en dos fábricas en un área industrial en el noroeste de la capital de la India, Nueva Delhi, dejando al menos a tres bomberos heridos.
Los incidentes ocurrieron en el área industrial de Narela de la ciudad, en la frontera con el estado norteño de Haryana.
Alrededor de 27 camiones de bomberos participaron activamente en apagar las llamas en las fábricas. Una de las fábricas fabricaba zapatos, mientras que la otra producía vajillas y platos. No se han reportado víctimas hasta el momento.
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El incendio del martes se produjo un día después de que otro incendio arrasó un edificio de cuatro pisos que se convirtió de un complejo residencial en un espacio de almacenamiento improvisado para prendas, dejando nueve personas muertas y otras dos con quemaduras graves.
Según los informes, la causa del infierno del lunes fue una explosión de una botella de gas. El 8 de diciembre, 43 personas perdieron la vida en una unidad ilegal de fabricación de plásticos en lo que se describió entonces, como uno de los incendios más mortíferos de la historia reciente.
La gente recurrió a las redes sociales para expresar su angustia y consternación por la frecuencia de tales incidentes.
Después de una serie de accidentes de incendio importantes en la capital nacional, el gobierno de Delhi, la policía y otras agencias se han unido para revisar completamente las pautas de seguridad contra incendios. Se han establecido paneles separados para formular medidas preventivas para detener el flagrante desprecio por las normas de seguridad contra incendios y los códigos de construcción.