Estados Unidos impulsará sus esfuerzos para contrarrestar a Rusia y China en el Medio Oriente el próximo año, dijo el lunes el secretario adjunto para asuntos del Cercano Oriente de Estados Unidos, David Schenker.
«Si bien hemos tenido éxitos durante el año pasado como resultado de las políticas de administración, por supuesto reconocemos que los desafíos persisten. Estos incluyen la influencia maligna persistente de Irán en la región y en todo el mundo», dijo Schenker. «Sé que en 2020, también veremos un aumento en los esfuerzos de Estados Unidos para contrarrestar la intromisión rusa y la extorsión china en la región».
En octubre, el Representante Especial de Estados Unidos, Brian Hook, dijo en un testimonio ante el Congreso que Estados Unidos tiene la esperanza de que China y Rusia respalden en lugar de vetar la extensión del embargo de armas a Irán en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Hook también dijo que él y el Secretario de Estado Mike Pompeo han discutido con Rusia y China las perspectivas de promover un Medio Oriente más pacífico y estable, incluidas las amenazas como el ataque con aviones no tripulados a las instalaciones petroleras sauditas.
Las tensiones aumentaron entre los dos estados después de que dos grandes campos petroleros estatales de Saudi Aramco fueran atacados por drones armados autónomos el 14 de septiembre, reduciendo casi la mitad de la producción petrolera del Reino. Mientras que los rebeldes yemeníes houthi se han hecho responsables del ataque, Washington culpó a Teherán. Irán ha negado cualquier participación en el ataque.
Las Naciones Unidas también fueron «incapaces de corroborar independientemente» si los drones utilizados en el ataque de septiembre a las instalaciones petroleras sauditas «son de origen iraní», dijo el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, a principios de mes.
Recientemente, Estados Unidos ha autorizado un despliegue adicional de las fuerzas estadounidenses y otros activos militares cerca de campos petroleros en el Medio Oriente, que la administración estadounidense actual caracteriza como disuasivo de la amenaza iraní.
Washington ha afirmado en repetidas ocasiones que Teherán está aplicando «políticas agresivas» que desestabilizan la región del Medio Oriente. También ha pedido a otros estados que fortalezcan las sanciones contra Irán.