Los estados occidentales necesitaban el mecanismo transfronterizo para entregar la ayuda humanitaria a Siria como un medio de socavar la soberanía del país, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia en un comunicado el lunes sobre la votación del Consejo de Seguridad de la ONU sobre dos proyectos de resolución sobre ayuda humanitaria a Siria.
«Nuestros socios occidentales votaron en contra de nuestro proyecto guiados únicamente por el interés político en lugar de las necesidades de la población civil siria», señaló el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia. «Es obvio que necesitaban el mecanismo transfronterizo sirio como un instrumento para socavar la soberanía y la integridad territorial de Siria, y no como un medio para ayudar a los necesitados».
El ministerio señaló que para este propósito, «se introdujeron sanciones económicas [contra Damasco] que prohibían las entregas de medicamentos, equipos de construcción y herramientas requeridas por 22 millones de ciudadanos sirios después de 9 años de crisis. Además, Occidente está bloqueando el financiamiento necesario para la recuperación humanitaria de Siria (construcción de casas, escuelas, hospitales, instalaciones de suministro de agua y electricidad), que se requiere para apoyar el retorno voluntario, libre y digno de los refugiados y los desplazados internos de conformidad con los estándares del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados», dice el comunicado. «Sin embargo, incluso esto no fue suficiente: Estados Unidos y sus aliados de la ‘coalición anti-ISIS’ están involucrados en el comercio ilegal de petróleo sirio a la vista de la comunidad internacional, manteniendo una presencia militar ilegal en el noreste del país para estos propósitos».
«No solo son tales acciones una violación flagrante de todas las normas del derecho internacional, el derecho humanitario y la Carta de las Naciones Unidas, sino que demuestran desde el desdén abierto por la soberanía y la integridad territorial de otros países, hasta la politización de cuestiones estrictamente humanitarias y aprovechando las necesidades de civiles mientras el despojo desvergonzado de los recursos naturales del país está en marcha», enfatizó el ministerio.
El 20 de diciembre, Rusia y China vetaron el borrador iniciado por Alemania, Bélgica y Kuwait, que fue apoyado por 13 naciones. El documento preveía mantener en su lugar tres puntos de control en la frontera con Irak y Turquía para ser utilizados por las Naciones Unidas para prestar asistencia humanitaria sin el consentimiento de Damasco. También preveía la extensión del mecanismo de asistencia humanitaria transfronteriza por otro año.
En una resolución alternativa, Moscú insiste en que el número de puntos de control utilizados para entregar asistencia humanitaria se reduzca de cuatro a dos. Además de eso, Moscú argumenta que debido a que la situación «en el terreno» está cambiando dinámicamente, con Damasco controlando la mayor parte del territorio del país, el mecanismo debería extenderse por un período de seis meses. La resolución fue vetada por los Estados Unidos y sus aliados.
«El gobierno sirio se dirigió directamente a la ONU con la solicitud de cesar la cooperación humanitaria transfronteriza», declaró el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia. «La comunidad internacional debe respetar esta solicitud del gobierno sirio como parte del compromiso con la soberanía, independencia, unidad e integridad territorial de Siria».