Se inició una conferencia de países musulmanes en la capital de Malasia, Kuala Lumpur. El primer ministro del país, Mahathir Bin Mohamad, dijo, al abordar el evento, que el mundo musulmán se enfrenta a una crisis. La conferencia involucra a los presidentes de Turquía e Irán y al emir de Qatar, entre otros. Sin embargo, el rey saudita y el primer ministro de Pakistán decidieron ignorar la cumbre, escribe Nezavisimaya Gazeta.
El director del Centro de Asociación de Civilizaciones del Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú, Veniamin Popov, señaló que «la reunión de Malasia no es una alternativa a la OIC [Organización de Cooperación Islámica]». «Sin embargo, la organización parece tener un poco de sueño en este momento. Bajo los sauditas, se reúne después de algunos eventos y toma decisiones que nadie implementa. Mahathir busca dar un poco de vida a la OIC», agregó el experto.
El investigador principal del Instituto de Economía Mundial y Relaciones Internacionales Primakov, Nikolai Surkov, tiene una opinión diferente al respecto. Según él, la ausencia de Arabia Saudita y sus aliados más cercanos refleja crecientes diferencias políticas entre países musulmanes.
«Una cosa a tener en cuenta es que los principales rivales de Arabia Saudita, los líderes de Turquía, Qatar e Irán, participan en la cumbre de Kuala Lumpur. En el pasado, las diferencias entre las comunidades sunitas y chiítas eran lo que dividía el mundo islámico, pero ahora, también hay una confrontación entre los países sunitas. Se cree que Turquía y Qatar desafiaron a Riad en el Medio Oriente y entraron en una carrera no declarada por el liderazgo entre los musulmanes», enfatizaron los expertos.
Sin embargo, Surkov cree que «una nueva línea de división en el mundo islámico no evitará que los países musulmanes formen un frente unido y cooperen para resolver numerosos problemas, incluidos el extremismo, el subdesarrollo económico y las crisis humanitarias».