La administración de Estados Unidos, después de haber adoptado sanciones contra el gasoducto Nord Stream-2, ha lanzado un proceso con un resultado extremadamente impredecible.
Esto fue dicho por el corresponsal de la publicación alemana «Handelsblatt» Klaus Stratmann.
Según él, en un momento en que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aprobó un conjunto de medidas punitivas, y el líder ruso Vladimir Putin aseguró que respondería a esto, el gobierno alemán está «entre una roca y un lugar difícil». Berlín pronto tendrá que expresar una posición más clara sobre la situación actual. Al mismo tiempo, Stratmann enfatiza que no habrá ganador en tal confrontación.
“Los estadounidenses van más allá de lo permitido en el tema de Nord Stream-2. Las sanciones están dirigidas principalmente contra Rusia, pero afectan directamente a los aliados más cercanos [de EE.UU.]”, continúa el periodista, enfatizando que al menos una empresa europea puede dejar de existir debido a restricciones estadounidenses. Al mismo tiempo, señala, Washington está tratando de privar a la Unión Europea del derecho a resolver sus problemas energéticos, lo que se ha convertido en una provocación sin precedentes por parte de Estados Unidos.
Stratmann también criticó el enfoque de la canciller alemana, Ángela Merkel, quien reaccionó ante una crisis tan grave con una crítica lánguida e indiferente sobre la «inaceptabilidad» de las sanciones. El periodista cree que ella no es capaz de más. Al mismo tiempo, pide al gobierno alemán que actúe con el objetivo de «proteger a las empresas europeas de la arbitrariedad estadounidense». A la larga, la economía alemana sufrirá mucho más si las sanciones extraterritoriales se convierten en un hábito de Washington, concluyó Stratmann.