Las sanciones de Estados Unidos contra el gasoducto Nord Stream-2 estaban justificadas previamente por la necesidad de «proteger los intereses de Ucrania», pero las restricciones entraron en vigor a pesar del éxito de las negociaciones de tránsito de gas ruso-ucraniano.
Esto se afirma en un comunicado del gobierno federal alemán, difundido el sábado 21 de diciembre.
«El gobierno alemán tomó nota con pesar de la implementación de sanciones contra los gasoductos Nord Stream-2 y Turkish Stream, que previamente habían sido iniciados por el Congreso de los Estados Unidos y luego firmados por el presidente Donald Trump», dice el comunicado.
Al mismo tiempo, Berlín reconoce que tales sanciones extraterritoriales «afectan a las empresas alemanas y europeas, además de interferir en los asuntos internos».
El gobierno alemán, con desconcierto, llamó la atención sobre el hecho de que inicialmente Estados Unidos tenía la intención de introducir restricciones para proteger a Ucrania, pero esto perdió su lógica, dados los resultados de las negociaciones entre Moscú y Kiev.