El mandatario boliviano aseveró que «quienes dieron el golpe de Estado pretenden criminalizarme y anuncian mi detención» por temor a que regrese a retomar el proyecto plurinacional.
El presidente legítimo de Bolivia, Evo Morales, rechazó este miércoles que los promotores del golpe de Estado, ejecutado el pasado 10 de noviembre, pretendan criminizarlo al emitir una orden de aprehensión en su contra.
La Ficalía de La Paz dictó la medida, misma que «podrá ser ejecutada en cualquier hora y día hábil, (y) en caso necesario recúrrase a la ayuda de la fuerza pública», refiere la resolución de una comisión de fiscales.
A través de su cuenta en Twitter, el mandatario aseveró que «quienes dieron el golpe de Estado pretenden criminalizarme y anuncian mi detención. Temen lo inevitable: que volvamos y retomemos nuestro proyecto plurinacional y la dignidad boliviana».
La orden fue emitida por las supuestas acusaciones de «comisión de sedición, terrorismo, y financiamiento al terrorismo»; firmada por el fiscal de Cochabamba, Jhimmy Almanza, y avalada por la Fiscalía Especializada Anticorrupción y Legitimación de Ganancias Ilícitas, Delitos Aduaneros y Tributarios de la Fiscalía de La Paz.
Tras el golpe de Estado, en Bolivia es instauró un Gobierno de facto liderado por facciones de la oposición que han emprendido una campaña de persecución contra los dirigentes del Movimiento al Socialismo (MAS), partido de Morales, así como contra quienes estén en desacuerdo con la violaciones a la democracia en la nación suramericana.
Evo Morales se encuentra en Argentina bajo condición de refugiado junto a otros exfuncionarios, luego que solicitara asilo al Gobierno de México por estar en peligro su vida ante la arremetida violenta de los impulsores del golpe de Estado y el Gobierno de facto que encabeza Jeanine Áñez.