Un automóvil con trampa explosiva explotó en la mañana del 18 de diciembre en el poblado de al-Mabrukah, ocupado por Turquía, en el campo norteño de al-Hasakah en Siria.
Fuentes locales dijeron que la explosión tuvo lugar en un mercado local en el centro del poblado, que generalmente está muy ocupado por la mañana.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (SOHR) con sede en Londres, cinco personas murieron y al menos otras diez resultaron heridas como resultado del ataque con coche bomba. Se espera que el número de muertes aumente en las próximas horas ya que muchos de los heridos se encuentran en estado crítico.
Como de costumbre, el Ministerio de Defensa Nacional de Turquía responsabilizó al ataque de las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo (YPG) y del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), sin proporcionar pruebas suficientes.
Las partes ocupadas por Turquía del noreste de Siria han sido testigos de una serie de bombazos similares desde el pasado octubre. Docenas de civiles y extremistas respaldados por Turquía murieron o resultaron heridos en estos bombazos.
A principios de este mes, los mandos turcos establecieron más de 40 puntos de control en el noreste de Siria. Aparentemente, esta medida no ha logrado poner fin a estos ataques.