La ciudad de Nueva York trata de impulsar hoy un plan para apoyar a habitantes sin techo, cuando se calcula que más de medio millón de personas carecen de un lugar donde vivir en Estados Unidos.
Para enfrentar uno de los tantos problemas sociales de la urbe, el alcalde Bill de Blasio anunció una iniciativa que supuestamente otorgará en cinco años una vivienda o refugio en un albergue a quienes se encuentran en dicha condición.
Tal propuesta pretende construir mil apartamentos, agregar igual cantidad de camas en albergues de iglesias y otros grupos sin ánimo de lucro, y aumentar los servicios médicos y de salud mental para los desamparados, fáciles de apreciar por cualquier residente o visitante de Nueva York.
En aras de lograr estos propósitos en medio de adversas circunstancias, la ciudad, la más poblada del país, se unirá a la Iglesia Católica, divulgaron reportes de prensa.
Señalaron que si se logran finalmente crear las mil nuevas camas aumentarán hasta dos mil 800 los espacios disponibles para los sin techo en los albergues.
De acuerdo con estimaciones, en las calles y paradas del metro de Nueva York viven unas tres mil 600 personas en tales condiciones, pero no todas, a juicio del alcalde, llevan mucho tiempo desprovistas de un hogar.
Estamos hablando de quienes han estado sin casa en nuestras calles un año, dos, cinco; para ellos está dirigido el plan, manifestó de Blasio en un acto, en el cual admitió que algunas de sus acciones contra este creciente problema habían fallado.
Aunque el número de los sin techo aumentó durante su gestión (se calcula que la cifra de personas sin vivienda subió un tres por ciento de 2017 a 2018), el alcalde comentó que desde 2016 han ayudado a más de dos mil 600 personas a abandonar las calles mediante otra iniciativa.
Hasta septiembre de este año, 62 mil 391 personas dormían en albergues en Nueva York, lo cual incluye 14 mil 962 familias con 22 mil 83 niños, según datos de la Coalición para los Sin Techo.
Por otro lado, subrayaron los reportes, de Blasio no habló sobre el proyecto por el cual han enviado a familias en albergues a otros estados, sin notificar a las autoridades de las ciudades que les reciben, como alega Newark, en Nueva Jersey.
El alto número de personas que carecen de una vivienda se mantiene como un grave problema social en Estados Unidos, donde más allá de buenos resultados macroeconómicos en los últimos años, continúa una notable desigualdad de ingresos.
Según el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano, poco más de la mitad de todas las personas que se quedaron sin hogar en 2018 estaban concentradas en cinco estados: California (24 por ciento), Nueva York (17), Florida (seis), Texas (cinco) y Washington (cuatro).
Asimismo, aunque los afronorteamericanos representan el 13 por ciento de la población del país constituyen el 40 por ciento de todas las personas que viven en la calle y el 51 por ciento de los sin techo con niños.