A pesar del complejo escenario marcado por agresiones económicas del Gobierno de Estados Unidos, principalmente contra la industria petrolera, Venezuela defiende hoy la propuesta de relanzar el acuerdo de cooperación energética Petrocaribe.
Este mecanismo impulsado por el Ejecutivo venezolano en el ámbito de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) surgió el 29 de junio de 2005 bajo el principio de una perspectiva solidaria dirigida a eliminar las asimetrías y desigualdades.
La iniciativa representó un mecanismo de integración encaminado a impulsar el desarrollo socioeconómico regional, mediante el suministro de recursos energéticos a naciones del Caribe mediante el financiamiento en condiciones favorables.
Al intervenir en la XVII Cumbre Ordinaria del ALBA-TCP, celebrada el 14 de diciembre último en la Habana, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, planteó el relanzamiento de Petrocaribe, de conjunto con los programas sociales desarrollados como parte del proyecto integracionista.
‘Asumamos como una tarea conjunta el relanzamiento de Petrocaribe y su total funcionamiento en el primer semestre del año 2020, como gran meta de la ALBA’, puntualizó Maduro al ratificar el compromiso del Estado bolivariano para convertir esa meta en realidad.
El acuerdo de cooperación energética promueve la integración regional y representa una fuente de suministro de hidrocarburos y de financiamiento flexible, dirigidos a la inversión social.
Desde su constitución en el año 2005 y hasta diciembre de 2018, Petrocaribe permitió el suministro de 356 millones de barriles de crudo y productos, equivalentes a más de 31 mil 523 millones de dólares, de los cuales alrededor del 50 por ciento fue financiado a largo plazo, según datos publicados por el organismo.
En tal sentido, uno de los logros notables de este mecanismo gira en torno a la posibilidad que beneficia a las naciones del Caribe de comprar el petróleo a un valor de mercado del cinco al 50 puntos porcentuales por adelantado, con un período de gracia de hasta dos años.
Asimismo, si esas naciones carecieran de liquidez, Venezuela otorga excepciones al aceptar bienes y servicios como parte del pago.
De acuerdo con un informe publicado en el portal de la Cancillería venezolana, en ocasión del aniversario 14 de Petrocaribe, este acuerdo permitió instalar importantes proyectos de infraestructura energética en el ámbito regional, hasta alcanzar una capacidad de almacenamiento de hidrocarburos de 1,73 millones de barriles.
A través de las empresas mixtas constituidas se consolidó una capacidad de refinación de 134 mil barriles diarios, distribuidos entre instalaciones ubicadas en Jamaica, Cuba y República Dominicana.
Durante los últimos dos años, el recrudecimiento de las medidas coercitivas implementadas por Estados Unidos ocasionó un incremento de las limitaciones para el cumplimiento efectivo de los compromisos establecidos para el suministro de petróleo y sus derivados.
A pesar de las restricciones, PDV Caribe -filial de Petróleos de Venezuela- encontró alternativas para ajustarse a las limitaciones impuestas, con el fin de cumplir con los objetivos rectores de seguridad energética, impulso del desarrollo socioeconómico y la integración.
Actualmente se encuentran activas empresas mixtas entre PDV Caribe y las entidades estatales en Antigua y Barbuda, Dominica, El Salvador, Haití, Nicaragua, República Dominicana, San Cristóbal y Nieves y San Vicente y Las Granadinas, así como las filiales Pdvsa Cuba y Comsurca en Venezuela.