Corea del Norte ha realizado recientemente una serie de pruebas de misiles. Los dos últimos se llevaron a cabo en noviembre, ya que el plazo de fin de año establecido por Corea del Norte para que Estados Unidos muestre flexibilidad en las estancadas conversaciones de desnuclearización se está acercando rápidamente.
El enviado especial de Estados Unidos para Corea del Norte, Stephen Biegun, pidió a Pyongyang que acepte su oferta de conversaciones, informó Reuters el domingo.
«Es hora de que hagamos nuestro trabajo. Hagamos esto. Estamos aquí y usted sabe cómo comunicarse con nosotros», dijo Biegun en una conferencia de prensa conjunta en Seúl con su homólogo surcoreano, Lee Do-hoon.
Sin embargo, señaló que Estados Unidos no tenía una fecha límite, pero quería reanudar las negociaciones.
«Estados Unidos no tiene nada que ofrecernos incluso si se reanudan las conversaciones», dijo el gobierno de Corea del Norte anteriormente, según la Agencia Central de Noticias de Corea (KCNA).
Anteriormente, el embajador de Corea del Norte en la ONU dijo que la desnuclearización estaba fuera de la mesa en conversaciones con Estados Unidos, lo que llevó al presidente Trump a instar a Pyongyang a desnuclearizarse de acuerdo con el acuerdo previamente hecho.
Pyongyang intensifica las pruebas de misiles
El viernes, Pyongyang realizó una prueba en el campo de lanzamiento de satélites Sohae, que fue crucial para reforzar la disuasión nuclear estratégica del país, informaron medios estatales. Los datos recopilados durante este y otros experimentos recientes se utilizarían para el desarrollo de un arma estratégica que ayudaría a dominar a los EE. UU. En caso de una confrontación aguda.
Pyongyang disparó dos misiles de corto alcance al mar frente a su costa este a principios de noviembre, marcando la cuarta prueba de su «lanzador de cohetes múltiples súper grande». Los dos misiles volaron alrededor de 380 kilómetros (236 millas) a una altitud de 97 kilómetros, informó el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur.
A fines de octubre, Corea del Norte lanzó dos proyectiles de corto alcance que volaron 370 kilómetros a una altitud de 90 kilómetros hacia el Mar de Japón.
En 2018, las relaciones entre Pyongyang y Washington mejoraron cuando el líder norcoreano Kim Jong Un mantuvo conversaciones directas con Trump y el presidente de Corea del Sur. Sin embargo, el proceso de negociación se detuvo este año debido a la falta de medidas específicas de desnuclearización y la reanudación de las pruebas de misiles.