Rusia llamó hoy a suspender las fantasías sobre la solución del conflicto en la región rebelde de Donbass y, en su lugar, cumplir con el conjunto de medidas para apoyar los acuerdos de Minsk de 2015.
El ministro ucraniano de Asuntos Exteriores, Vadim Pristaiko, indicó que en su momento Rusia dejaría a un lado su posición de intransigencia respecto al cumplimiento de los arreglos, incluida la prioridad que le concede Kiev al asunto del control de la frontera rusa con Donbass.
Las avenencias de Minsk estipulan un alto al fuego, separación de fuerzas, amnistía, intercambio de prisioneros, estatus especial para las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, definición de comicios regionales y el control por Kiev de la frontera rusa con Donbass.
Pero el gobierno ucraniano desea imponer su control sobre el límite entre Rusia y Donbass, que incluye a Donetsk y Lugansk, y solo después permitir elecciones en esa región rebelde.
La más reciente recomendación de Pristaiko incluye un contingente de paz de la ONU, en el cual rechaza la presencia de Rusia, para no solo cuidar el trabajo de la misión de observación de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), sino para controlar el Donbass.
El jefe de la diplomacia ucraniana llegó a hablar de las prerrogativas de esa misión para ejercer el control de la frontera rusa con Donbass, realizar el desarme de las milicias armadas y formar órganos administrativos.
Ucrania más bien debe preocuparse por cumplir con el compromiso de la separación de fuerzas en tres nuevas localidades, en lugar de fantasear sobre la formación de un contingente de paz, declaró Alexei Pushkov, jefe del comité de política informativa del Senado ruso.
De acuerdo con el legislador, sin el visto bueno de Rusia y el Consejo de Seguridad de la ONU será imposible el envío de un contingente de ese órgano a la región rebelde, donde perecieron más de 13 mil personas en los últimos cinco años, en su gran mayoría civiles.
En París nunca se habló de algún contingente de paz. De Kiev esperan el cumplimiento de lo pactado allí, incluida la separación real de fuerzas de la línea de confrontación y no, precisamente, fantasías sobre una misión de paz en Donbass, espetó el parlamentario.
De su lado, el también senador Frantz Klintsevich se refirió a la falta de control de la misión de observadores de la OSCE, pues el ejército ucraniano mantiene sus 50 ó 60 cañoneos diarios contra regiones pobladas de Donetsk y Lugansk, sin importar la presencia de ese órgano.