Por Frank González
En el texto, los mandatarios acusaron recibo de la carta suscrita el 5 de diciembre último por Mario Centeno, presidente de ese grupo integrado por los ministros de Economía o Finanzas de las naciones pertenecientes al área de la moneda común.
En la misiva, Centeno informó sobre el acuerdo logrado ‘en principio’, pendiente de la conclusión de los procedimientos nacionales, sobre el paquete de documentos relacionados con la reforma del Mede, cuyo objetivo es desarrollarlo aún más ‘para fortalecer la resiliencia y capacidades de resolución de crisis del área euro’.
Al ofrecer detalles sobre cada uno de los aspectos contenidos en la reforma, el presidente del Eurogrupo indicó que ‘esperamos firmar el Acuerdo con las Enmiendas del Tratado del Mede a principios del próximo año’.
Centeno se abstuvo, sin embargo, de mencionar que la firma estaba prevista para el encuentro del Consejo Europeo del 12 y 13 de este mes, y que el aplazamiento se debió a una petición presentada por Italia.
Con esos antecedentes, y a solicitud del primer ministro italiano, Giuseppe Conte, la ‘cumbre euro’ modificó el segundo punto de la declaración final en el cual instaba al Eurogrupo a finalizar el trabajo técnico respecto al paquete de reformas.
En su lugar, el texto encargó al Eurogrupo ‘seguir trabajando sobre el paquete de reformas del Mede -sujeto a los procedimientos nacionales- y proseguir las labores sobre todos los elementos del ulterior reforzamiento de la unión bancaria sobre una base consensuada’.
En cuanto al Instrumento Presupuestario de Convergencia y Competitividad (Bicc), los mandatarios instaron al Eurogrupo a proponer rápidamente soluciones adecuadas para su financiamiento con vistas a completarlo en el contexto del próximo Marco Financiero Plurienal de la Unión Europea.
Expresaron, asimismo, que ‘los avances en estos sectores reforzarán aún más el papel internacional del euro el cual debería estar en correspondencia con el peso económico y financiero de la Unión a nivel global’, y anunciaron un nuevo examen del tema a más tardar en junio de 2020.
De esta manera, Conte cumplió con el encargo de los partidos de la alianza de gobierno -Movimiento 5 Estrellas (M5E), Partido Democrático (PD), Italia Viva (IV) y Libres e Iguales (Leu)- el cual incorporó a su informe, aprobado por mayoría en ambas ramas del parlamento en vísperas de su participación en la cumbre regional.
En esencia, la posición unitaria alcanzada mediante la aproximación de los criterios del PD e IV, favorables a las reformas, y las objeciones del M5E y Leu, fue ‘mantener la lógica de paquete’ en las negociaciones, las cuales deben abarcar el Mede, el Bicc y la Unión Bancaria.
El propósito de aplicar ese enfoque es ‘asegurar el equilibrio integral de los diversos elementos centrales del proceso de reforma de la Unión Económica y Monetaria, profundizando en los puntos críticos’, entre otros aspectos.
El mandato obliga al gobierno a mantener, sobre esta materia, posiciones coherentes con las direcciones definidas por las cámaras del legislativo, el cual debe participar en todas las fases de las negociaciones sobre el futuro de la Unión Económica y Monetaria y la conclusión de la reforma del Mede.
Mientras tanto, prosiguen las severas críticas de la oposición de los partidos de derecha contra las modificaciones propuestas al mecanismo y, en algunos casos, hasta su propia existencia por considerarla perjudicial para los intereses del país.
Establecido en octubre de 2012 como sucesor y acompañante del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (Feef), surgido a su vez en 2010 a raíz de la crisis de la deuda soberana europea, el Mede se nutre de fondos aportados por las 19 naciones de la zona euro para auxiliarlas en situaciones de crisis severa.