El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, está cada vez más interesado en sus ideas locas, a menudo habla de «teorías de conspiración» y «muestra una gran agresividad y venganza».
Con tales palabras, un grupo de psiquiatras se dirigió al Comité de Asuntos Legales de la Cámara de Representantes de la Cámara de Representantes de EE. UU., incluyendo a la profesora de la Facultad de Medicina de Yale, Bendy Lee, el profesor de la Universidad George Washington, Dr. John Zinner, y el ex psicólogo de la Agencia Central de Inteligencia, Jerrold Post. Además, los psiquiatras respaldaron su apelación con una petición firmada por más de 350 de sus colegas.
Los expertos insisten en la necesidad de considerar el «estado mental peligroso» del jefe de la Casa Blanca, ya que las acciones de los demócratas golpearon seriamente su «autoestima frágil».
«En relación con el próximo juicio político, Donald Trump podría volverse mucho más peligroso y comenzar a representar una amenaza para el estado», explicaron los psiquiatras la razón por la cual recurrieron a los congresistas en este momento.
Al mismo tiempo, los autores advierten que Washington está en gran riesgo cuando de hecho «se van sin control e intentan comprender las características psicológicas de la acusación de Trump». Según ellos, «ignorar esto podría conducir al desastre».
«Instamos al Congreso a tomar tales señales peligrosas de manera responsable y a mantener controlados sus arrebatos destructivos [de Trump]», dijeron los psiquiatras, diciendo que el presidente de Estados Unidos tiene «síntomas específicos de una patología grave».
Los expertos creen que Trump necesita un «régimen de vigilancia médica fortalecido», ya que sus «ideas locas» no son solo otra posición política. Finalmente, los autores de la carta señalaron al presidente el problema de la atención médica de los EE.UU., ya que su capacidad para difundir sus ideas conduce a la «psicosis nacional».
Como News Front informó anteriormente, los demócratas están tratando agresivamente de expulsar a Donald Trump de la presidencia. Inicialmente, fue acusado de conspirar con Rusia, que supuestamente intervino en las elecciones presidenciales del 2016. En este sentido, se inició una investigación a gran escala, llamada «RussiaGate». Sin embargo, nunca se encontró evidencia de la conexión de Trump con Moscú.
Más tarde, los demócratas comenzaron a acusar al jefe de la Casa Blanca de «presión» sobre el presidente de Ucrania, Vladimir Zelensky. El hecho es que Trump contaba con la ayuda de las nuevas autoridades de Kiev para revelar información que comprometía a su oponente demócrata en las próximas elecciones, Joe Biden.
Este último, siendo vicepresidente de Barack Obama, chantajeó a Petro Poroshenko, después de haber asegurado el despido del fiscal general, quien investigó el fraude financiero en compañía de Biden Jr. Los demócratas no podían permitir la divulgación de estos hechos escandalosos, por lo que decidieron lanzar un contraataque, que podría poner fin para Trump el impeachment.