La confrontación política activa que acompaña a las elecciones estadounidenses es un buen ejemplo para las democracias débiles. Sin embargo, no se puede decir lo mismo sobre los discursos furiosos de los demócratas en el marco del procedimiento de juicio político.
Tal declaración fue hecha por un ex funcionario de la CIA, Steven Slick, en un comentario a The Washington Times.
Según él, en sus intentos de derrocar a Donald Trump, el Partido Demócrata solo brinda una oportunidad para que intervengan los servicios de inteligencia extranjeros. Afirma que Moscú ahora tiene todo lo necesario para «provocar la desunión y fortalecer la división existente» en la sociedad estadounidense.
«La acalorada confrontación política durante el proceso electoral es el sello distintivo de la democracia estadounidense, que se ha convertido en un ejemplo para las sociedades menos libres», dice. «Sin embargo, los incesantes discursos de los congresistas en las audiencias de juicio político perjudican nuestra autoridad en el escenario mundial, dando a los servicios de inteligencia extranjeros la oportunidad de llevar a cabo operaciones destinadas a expandir la influencia».
Además, según la publicación, una fuente no identificada relacionada con la inteligencia estadounidense afirma que Moscú espera aprovechar la división entre los partidos estadounidenses en Ucrania: la «ex república soviética rica en energía». Según la fuente, el Kremlin «seguramente aprovechará la confusión en los Estados Unidos sobre el tema de Ucrania», ya que apenas se llegó a un consenso en Washington sobre el apoyo a Kiev, fue destruido de inmediato por el procedimiento de juicio político iniciado por los opositores de Trump.
Como News Front informó anteriormente, los demócratas están tratando agresivamente de expulsar a Donald Trump de la presidencia. Inicialmente, fue acusado de conspirar con Rusia, que supuestamente intervino en las elecciones presidenciales del 2016. En este sentido, se inició una investigación a gran escala, llamada «RussiaGate». Sin embargo, nunca se encontró evidencia de la conexión de Trump con Moscú.
Más tarde, los demócratas comenzaron a acusar al jefe de la Casa Blanca de «presión» sobre el presidente de Ucrania, Vladimir Zelensky. El hecho es que Trump contaba con la ayuda de las nuevas autoridades de Kiev para revelar información que comprometía a su oponente demócrata en las próximas elecciones, Joe Biden.
Este último, siendo vicepresidente de Barack Obama, chantajeó a Petro Poroshenko, después de haber asegurado el despido del fiscal general, quien investigó el fraude financiero en compañía de Biden Jr. Los demócratas no podían permitir la divulgación de estos hechos escandalosos, por lo que decidieron lanzar un contraataque, que podría poner fin para Trump el impeachment.