El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, declaró el sábado que las fuerzas turcas no abandonarán el territorio sirio hasta que la gente del país le pida a Ankara que se retire.
«No saldremos de Siria hasta que el pueblo de Siria diga: ‘Gracias, pueden irse ahora'», dijo el presidente en un mitin en Estambul.
La campaña militar de octubre, denominada Operación Primavera de Paz, se lanzó el 9 de octubre, con militares turcos y grupos extremistas aliados luchando supuestamente contra los terroristas de Daesh y con más decisión contra las fuerzas kurdas locales. La ofensiva fue criticada por los Estados Unidos y los países europeos, con Washington imponiendo sanciones a Ankara por el tema. Sin embargo, las partes llegaron a un acuerdo después de que Estados Unidos y Turquía acordaron un alto el fuego de 120 horas que luego se convirtió en permanente.
Al mismo tiempo, el presidente Erdogan y su homólogo ruso Vladimir Putin establecieron patrullas unidas en la frontera siria para garantizar la paz en la región.
La operación permitió a Ankara crear una zona llamada segura en un tramo de 75 millas de tierra entre las ciudades sirias de Ras al-Ayn y Tal Abyad, para reasentar a los refugiados sirios allí. Una gran parte de esta tierra estaba previamente controlada por los kurdos, que Turquía considera terroristas debido a sus supuestos vínculos con el PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán), prohibido en el país.