Berlín no está ocultando su irritación con la presión de la Casa Blanca, por lo que el Bundestag alemán prometió castigar a Washington con sanciones si Estados Unidos impone medidas restrictivas contra el Nord Stream 2, escribió Izvestia. Según el periódico, diferentes países europeos se pelearon por el proyecto de construcción del gasoducto. Sin embargo, los expertos entrevistados por Izvestia dijeron que incluso en medio de las tensiones, Alemania no renunciaría fácilmente al gas natural licuado estadounidense.
Muchos países europeos reaccionaron muy positivamente al nuevo gasoducto. Sin embargo, Washington aún no ha renunciado a los esfuerzos para frustrar la construcción del gasoducto ruso. Una verdadera guerra comercial ha estallado entre los aliados, escribió el periódico. Trump introdujo aranceles de importación del 25% sobre el acero y del 10% sobre el aluminio contra los fabricantes europeos, y la UE tomó represalias imponiendo aranceles sobre 200 productos estadounidenses. El conflicto se resolvió, pero Trump aún pudo imponer su voluntad e hizo que Bruselas prometiera aumentar sus compras a los Estados Unidos.
Por lo tanto, Berlín reaccionó con bastante dureza a los informes de los medios más recientes de que Estados Unidos introducirá restricciones contra las compañías involucradas en la construcción del gasoducto. Sin embargo, Alemania no tiene la intención de abandonar por completo el gas licuado de Estados Unidos. Alemania, como el resto de la Unión Europea, defiende la diversificación de los suministros de energía, dijo al periódico el investigador principal del Centro de Estudios Alemanes del Instituto de Estudios Europeos de la Academia de Ciencias de Rusia, Alexander Kamkin.
«No tiene sentido esperar que Alemania compre exclusivamente gas ruso. Además, los competidores también están en alerta. Se están construyendo oleoductos alternativos de Azerbaiyán, mientras que la perforación en alta mar está en marcha en Chipre y la participación de gas natural licuado estadounidense en el mercado europeo está creciendo, a pesar de tener un precio mucho más alto que el gasoducto», dijo el experto a Izvestia.
Sin embargo, este hecho, según Kamkin, no impedirá el lanzamiento del gasoducto Nord Stream 2. «Dado el clima político y económico actual, el gasoducto Nord Stream 2 se lanzará en algún lugar alrededor del verano del 2020», predijo.