Una huelga sindical a nivel nacional contra la reforma de las pensiones ha paralizado el transporte en Francia. Las fotos muestran a miles de trabajadores marchando en lo que se ha calificado como la mayor protesta de este tipo desde 1995.
Las huelgas y marchas masivas de trabajadores fueron convocadas con la esperanza de obligar al presidente Emmanuel Macron a abandonar sus planes de reformar el sistema de pensiones de Francia. En París, 11 de las 16 líneas de metro de la ciudad fueron cerradas y las escuelas en la capital y en todo el país cerraron.
La huelga, que se espera que continúe hasta el lunes, también paralizó el 90 por ciento de los trenes del país y obligó a Air France a cancelar el 30 por ciento de sus vuelos nacionales.
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Las fotografías de las manifestaciones del jueves muestran a los trabajadores públicos portando pancartas y bengalas mientras marchan por las ciudades más grandes de Francia.
En París, 6,000 policías antidisturbios fueron movilizados como la capital de las protestas callejeras.
La huelga también obligó a los lugares turísticos más emblemáticos de Francia a cerrar sus puertas. La Torre Eiffel y el museo de Orsay no abrieron el jueves debido a la escasez de personal, mientras que el Louvre, el Centro Pompidou y otros museos dijeron que algunas de sus exhibiciones no estarán disponibles para su visualización.
Según los medios locales, los manifestantes del chaleco amarillo están bloqueando depósitos de combustible en el departamento de Var en el sur y cerca de la ciudad de Orleans. Como resultado, el jueves más de 200 estaciones de servicio se habían quedado sin combustible, mientras que más de 400 estaban casi agotadas. El grupo ha estado manifestando contra las medidas de austeridad de Macron durante más de un año.
Los expertos dicen que la huelga, descrita como la más grande de su tipo en décadas, podría significar problemas para Macron. Sobre la base de las manifestaciones en curso de los chalecos amarillos, la huelga podría paralizar a Francia y obligar a Macron a repensar sus reformas planificadas.
Macron ha propuesto hacer un único sistema de pensiones basado en puntos que, según él, sería más justo para los trabajadores y al mismo tiempo ahorraría dinero al estado. Los sindicatos se oponen a la medida, argumentando que los cambios requerirían que millones de personas trabajen más allá de la edad legal de jubilación de 62 años para recibir su pensión completa.