Restringir el acceso de Rusia al sistema de pago bancario internacional SWIFT significaría prácticamente una declaración de guerra, advirtió el primer ministro Dmitry Medvedev.
En declaraciones a los periodistas el jueves, Medvedev recordó que Occidente alguna vez consideró seriamente la opción, y Moscú es consciente de ello.
«De hecho, esto sería una declaración de guerra, pero, sin embargo, se discutió», dijo el primer ministro ruso, y agregó que esta es una de las razones por las cuales el gobierno está buscando formas de proteger la parte rusa de Internet.
El sistema global SWIFT interbancario facilita los pagos transfronterizos entre 11,000 instituciones financieras en más de 200 países en todo el mundo. Las primeras llamadas para desconectar a los bancos rusos de la red de transferencia de dinero surgieron en 2014 en respuesta al supuesto papel de Moscú en el conflicto en Ucrania.
La idea fue planteada nuevamente el año pasado por el enviado especial de Washington a Ucrania en ese momento, Kurt Volker. En una entrevista a Voice of America, Volker dijo que esa «opción nuclear» todavía está sobre la mesa, pero que «tendría costos para todos los involucrados».
A raíz de la amenaza potencial de quedar desconectado de SWIFT, Rusia comenzó a trabajar en una alternativa: una red de mensajería financiera desarrollada a nivel nacional llamada SPFS. El sistema funciona de acuerdo con los mismos estándares que SWIFT y ya se está utilizando en el país. Está vinculado con el sistema de pago interbancario transfronterizo chino CIPS y el futuro mecanismo de pago de la India. El sistema de pago ruso también funcionará con el SEPAM de Irán, ya que los bancos iraníes no han tenido acceso a SWIFT desde el año pasado después de que Estados Unidos restableciera las sanciones.