Cristina Fernández consideró que era víctima de una conspiración judicial, política y mediática e insistió en calificar su causa como «un caso paradigmático de lawfare».
La vicepresidenta electa de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner denunció un «plan sistemático» contra los Gobiernos populares y democráticos (incluido el suyo, de 2008 a 2015) antes de declarar por un supuesto direccionamiento de los contratos de obra pública vial durante su Gobierno.
Mediante la red social Twitter, Fernández consideró que era víctima de una conspiración judicial, política y mediática.
Sobre el caso, la vicepresidenta insistió en calificar la causa de la obra pública como «un caso paradigmático de lawfare [guerra judicial] en la Argentina, en donde las mentiras, difamaciones y descalificaciones sobre mi persona fueron planificadamente publicadas y televisadas en vivo y en directo».
Asimismo, Kirchner cuestionó el rechazo del Tribunal Oral Federal N° 2 (TOF 2) a su pedido para que su exposición de defensa fuera televisada en directo al recordar que el tribunal fue el mismo que «impulsó y votó la transmisión en vivo de otros juicios orales».
En su defensa, la expresidenta también criticó al juez federal Julián Ercolini, que tuvo a su cargo la primera parte del caso, al que calificó como «el juez mutante de instrucción».