Decenas de miles de personas se han reunido en la ciudad italiana de Florencia para protestar contra las políticas de extrema derecha del Partido de la Liga del país y su líder, el ex ministro del Interior Matteo Salvini.
Los manifestantes marcharon por las calles del centro de Florencia y se congregaron en la Piazza della Repubblica de la ciudad el sábado como parte de la última serie de protestas impulsadas por jóvenes llamadas «Movimiento de la Sardina».
El Movimiento de la Sardina de Italia, fundado el 14 de noviembre por cuatro jóvenes activistas en protesta por las políticas antiinmigrantes de Salvini, ha organizado alrededor de 10 manifestaciones en el norte del país en los últimos 15 días.
Los organizadores afirmaron que 40,000 personas habían acudido a la protesta de Florencia, un fuerte aumento de las 15,000 que, según dijeron, habían asistido a su primer mitin.
Cantando la canción antifascista «Bella Ciao», los manifestantes gritaron «¡Toda sardina tiene derecho a existir!»
El Partido de la Liga de Salvini logró una victoria histórica en las encuestas regionales a fines de octubre y ahora está haciendo campaña para tratar de capturar otros bastiones de izquierda en el noreste del país.
Las elecciones regionales de Italia están programadas para el 26 de enero, y las encuestas sugieren que los candidatos de la Liga están involucrados en una carrera apretada con el actual gobierno de centro izquierda.
Salvini ha dicho que quiere conquistar las regiones una por una para derrocar a la actual coalición entre el Movimiento de Cinco Estrellas (M5S) y el Partido Demócrata (PD) de centroizquierda y forzar elecciones anticipadas.
Otras protestas se llevarán a cabo en las principales ciudades italianas de Turín, Milán, Nápoles y Roma. La manifestación de Roma está programada para el 14 de diciembre, y los organizadores esperan poder atraer a un millón de personas a la protesta.
La agencia de encuestas Index Research dijo en una encuesta reciente que el 40 por ciento de los italianos consideraban a las Sardinas como «el enemigo más peligroso de Salvini», por encima de M5S y el PD.