El avión de reconocimiento extraterrestre fue creado por la división Skunk Works de Lockheed en los años sesenta, y se retiró en 1998. Solo se produjeron 32 aviones.
El secreto detrás de uno de los aviones más rápidos del mundo, el SR-71 Blackbird, fue el diseño de sus entradas de aire, informó el sábado el portal especializado del blog The Aviationist. Según el portal, el avión logró alcanzar una velocidad máxima de Mach 3.2 debido a sus motores turborreactores Pratt y Whitney J-58 y las entradas de aire, que proporcionaron más de 32,000 libras de empuje al nivel del mar.
«El motor hizo un uso extensivo de las superaleaciones de níquel a alta temperatura, especialmente Inconel y Waspaloy, para soportar temperaturas que van desde 800 ° F (aproximadamente 430 ° C) en la entrada hasta 3200 ° F (1760 ° C) en el conducto de postcombustión», decía el artículo.
Entre otras características tecnológicas, el jet también tenía una punta cónica móvil característica utilizada para cambiar la geometría de la entrada. También tenía puertas de derivación delanteras utilizadas para aliviar la presión, y parrillas en el exterior de la góndola, que estaban conectadas al cuerpo hueco de la espiga.
El SR-71 utilizó un combustible especial diseñado para este avión específico, lo que le permite soportar las condiciones extremas de volar a velocidades Mach 3.
Los detalles del diseño del J-58 ya no son secretos, pero nadie ha podido replicar la tecnología del motor y las entradas.
A pesar de haber sido retirado hace dos décadas, el Blackbird todavía tiene el récord mundial de la aeronave tripulada de respiración aérea más rápida, alcanzada en 1976.