En medio de críticas por su decisión unilateral de declarar legales los asentamientos de Israel en territorio palestino ocupado, Estados Unidos asume hoy la presidencia del Consejo de Seguridad de la ONU.
De acuerdo con resoluciones de Naciones Unidas, esos asentamientos son ilegales y constituyen una violación del derecho internacional.
La decisión del Gobierno estadounidense levantó gran rechazo en el Consejo de Seguridad y también entre la mayoría de la comunidad internacional, la cual coincide en que Tel Aviv debe acabar con la colonización de territorio palestino para avanzar hacia la paz.
Asimismo, apoyan la solución biestatal como la única alternativa que podrá traer estabilidad a esa región.
Lamentamos la postura del Gobierno de Estados Unidos de declarar de forma unilateral que los asentamientos israelíes en Palestina son legales, pero la postura de Naciones Unidas permanece inalterable, dijo el portavoz del secretario general del organismo multilateral, Stéphane Dujarric.
Según resaltó, los asentamientos de Tel Aviv en territorio ocupado son ilegales, violan el derecho internacional y las resoluciones del Consejo de Seguridad. La ONU sigue comprometida con ayudar a las partes a alcanzar una solución de dos Estados, para que ambos puedan convivir en paz, añadió Dujarric, esa es la posición del secretario general, António Guterres.
Varias resoluciones del Consejo de Seguridad señalan que los asentamientos israelíes en territorio palestino son ilegales, tales documentos son vinculantes, es decir, de obligatorio cumplimiento.
Aun así, de forma reiterada Estados Unidos, que es miembro permanente de ese organismo de 15 integrantes, incumple las resoluciones relacionadas con la cuestión palestino-israelí.
También existen resoluciones del Consejo de Seguridad que piden a Israel poner fin a sus actividades de construcción de asentamientos ilegales en territorio palestino ocupado. A pesar de ello, esas obras de Tel Aviv prosiguen.
Durante los últimos días de la administración de Barack Obama (2009-2017), Estados Unidos permitió que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobara una resolución, en la cual se declaró que los asentamientos israelíes en territorio palestino son una violación flagrante del derecho internacional.
Sin embargo, desde su llegada al poder en enero de 2017, Donald Trump incrementó las controvertidas concesiones a Israel, las cuales incluyen considerar a Jerusalén como su capital, trasladar hacia allí de la embajada norteamericana y reconocer la soberanía de Tel Aviv sobre los Altos del Golán sirio.
Varios miembros del Consejo de Seguridad han señalado que con su derecho al veto, Estados Unidos entorpece la adopción de resoluciones sobre el conflicto palestino-israelí que permitan dar pasos hacia un futura solución pacífica.
Las autoridades palestinas, por su parte, rechazan cualquier iniciativa que no esté basada en la solución de dos Estados, la cual cuenta con el apoyo de la Naciones Unidas y la comunidad internacional.