La República Islámica está modernizando sus fuerzas armadas a pesar de las restricciones impuestas a la venta de armas al país por la ONU y la UE entre el 2007 y el 2010 debido a una serie de programas nucleares. Si bien el embargo de armas de la ONU está programado para levantarse en octubre del 2020, las sanciones europeas expiran en octubre del 2023.
Un nuevo destructor de vanguardia llamado Dena se unirá al ejército iraní en febrero, dijo el viernes el comandante de la flota, el contraalmirante, Hossein Khanzadi.
En su discurso, dedicado al Día de la flota de Irán, Khanzadi anunció que el país había desarrollado equipos tales como misiles que se pueden lanzar desde submarinos de aguas profundas. Según él, con la construcción de buques de guerra de lanzacohetes y la construcción de destructores de clase Moudge, la República Islámica «ha entrado en el campo del combate naval».
El anuncio es un paso más en la modernización de las fuerzas armadas de la nación, anunciado por Teherán en medio de un enfrentamiento con los Estados Unidos.
Desde que Washington se retiró del acuerdo nuclear iraní y restableció las sanciones contra la República Islámica, los lazos entre los dos países continúan deteriorándose. Estados Unidos ya ha aumentado su presencia militar e incluso ha establecido una coalición marítima internacional cerca de las fronteras de Irán.