El Representante Permanente de Rusia ante la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) Alexander Lukashevich dijo en una reunión del Consejo Permanente de la organización en Viena que Kiev está tratando de chantajear a la comunidad internacional haciendo declaraciones sobre el posible incumplimiento de sus compromisos en virtud de los Acuerdos de Minsk.
Según el enviado, declaraciones contradictorias hechas por funcionarios ucranianos indican que Kiev carece de una estrategia coherente sobre el Donbass. Citó como ejemplo las observaciones del ministro de Relaciones Exteriores, Vadim Pristayko, sobre la posibilidad de retirarse del proceso de Minsk, y la entrevista del ministro de Defensa, Andrey Zagorodnyuk, quien dijo que si Kiev no estaba satisfecho con los resultados de la cumbre del cuarteto de Normandía, las fuerzas armadas de Ucrania tenían un plan para regresar a sus posiciones en las zonas de desconexión de Petrovskoye y Zolotoye.
«Todo indica que Kiev decidió recurrir al chantaje descarado de la comunidad internacional al descarrilar el cumplimiento de sus propias obligaciones», dijo Lukashevich. «Hacer que el destino de los Acuerdos de Minsk dependa de la cumbre del cuarteto de Normandía programada para el 9 de diciembre es contraproducente», señaló.
Hizo hincapié en que la retirada del proceso de Minsk significaría la reanudación del derramamiento de sangre y más sufrimiento para los residentes del Donbass. «Esperemos que Kiev no considere el uso de la fuerza como el notorio Plan B», dijo el diplomático. Al mismo tiempo, las declaraciones de Ucrania sobre «congelar» la situación en la región ofrecen poco espacio para el optimismo.
Según Lukashevich, no son propicios para lograr la paz, mientras que «el entorno creado por Kiev antes de la cumbre del cuarteto de Normandía difícilmente puede describirse como positivo».
La parte política del Paquete de medidas para la implementación de los Acuerdos de Minsk firmados por los miembros del Grupo de contacto el 12 de febrero del 2015 es la base para resolver el conflicto en el Donbass. Además del alto el fuego y la retirada de las armas, el documento también contempla una reforma constitucional, que se espera que resulte en la descentralización del poder, teniendo en cuenta el estatus especial de algunos distritos de las regiones de Donetsk y Lugansk, y las elecciones en la región.