«Decir la verdad se ha convertido en un crimen»: Expertos británicos e internacionales critican el encarcelamiento de Assange


Una serie de figuras públicas, entre ellas un embajador británico retirado y el relator especial de la ONU sobre la tortura, volvieron a apoyar a Julian Assange, prediciendo el lanzamiento de una campaña masiva en su apoyo el próximo año.

Expertos, figuras públicas y seguidores de Julian Assange acudieron en masa a un evento llamado «Libera la verdad» en Londres. La agencia de videos Ruptly filmó la exhibición de carteles denunciando el encarcelamiento de Assange, así como obras de arte inspiradas en él.

«Tantos activistas se están uniendo en un momento en que siento que ha habido un cambio real en el sentimiento público», comentó Craig Murray, ex embajador del Reino Unido en Uzbekistán que ahora hace campaña por el reconocido editor.

A pesar de la falta de cobertura o cobertura sesgada en los principales medios de comunicación, ahora se entiende que Julian está siendo extraditado a los Estados Unidos por nada excepto por publicar la verdad.

Confía en que el próximo año «veremos una de las campañas más grandes [en apoyo de Assange] de nuestro tiempo».

Es extremadamente importante llamar la atención sobre el fundador del sitio web WikiLeaks, porque «estamos a punto de establecer un precedente», advirtió Nils Melzer, Relator Especial de las Naciones Unidas sobre la Tortura.

Si Assange es extraditado a los Estados Unidos y si es castigado por exponer la verdad, entonces esencialmente lo que está sucediendo es que decir la verdad se convierte en un crimen.

Assange se encuentra recluido en la prisión de alta seguridad de Londres, Belmarsh, mientras se enfrenta a la extradición a los Estados Unidos por cargos de conspiración y espionaje.

Melzer ya había dado la voz de alarma sobre las condiciones de su detención, acusando a las autoridades británicas de someterlo a «tortura psicológica» y advirtiendo que podría ser sometido a un trato más cruel si es extraditado a los Estados Unidos.

«Será sentenciado por el mismo juez que sentencia a todos estos denunciantes en un tribunal cerrado en el este de Virginia, y desaparecerá en una prisión de alta seguridad en condiciones inhumanas por el resto de su vida», predijo Melzer.

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