Los manifestantes en la ciudad iraquí de Najaf asaltaron el consulado iraní y quemaron el edificio. La destrucción se produce después de dos meses de continuas protestas en Irak, durante las cuales murieron 350 personas.
Una multitud de manifestantes encendió el edificio en llamas el miércoles. El personal diplomático logró escapar de antemano, informó Reuters. Después de intentar dispersar a la multitud, las autoridades de Najaf emitieron un toque de queda.
Las imágenes de video compartidas en las redes sociales muestran a los manifestantes vitoreando mientras el edificio se incendiaba y salía humo del recinto amurallado que albergaba el consulado.
#BREAKING: Iraqi protesters have set fire to the Iranian consulate in Najaf #Iraqprotestshttps://t.co/0wY9f25pyP pic.twitter.com/9HZ9y3GVrQ
— Arab News (@arabnews) November 27, 2019
https://twitter.com/thestevennabil/status/1199777826586554370
Entre sus muchas quejas, los manifestantes afirman que el gobierno de Irak está bajo el control de Teherán. Durante los últimos dos meses, estos manifestantes han pedido la caída del gobierno del primer ministro Adel Abd-al-Mahdi, culpando al primer ministro por la corrupción y el desempleo generalizados.
Los edificios del gobierno en todo el país han sido incendiados, y las escaramuzas entre la policía y los manifestantes se han cobrado 350 vidas. Con el deterioro de la situación de seguridad, seis personas murieron y otras 15 resultaron heridas el martes, cuando tres explosiones sacudieron Bagdad
El ataque incendiario del miércoles no es la primera vez que los manifestantes atacan la presencia del gobierno iraní en Irak. Hasta cuatro manifestantes fueron asesinados por las fuerzas de seguridad iraquíes a principios de este mes cuando asaltaron el consulado de Irán en la ciudad santa chiíta de Karbala. Los manifestantes en Kabala reemplazaron la bandera iraní del consulado por una iraquí, y arrojaron al edificio cócteles molotov, hasta que la policía dispersó a la multitud con disparos.
Dos décadas de guerra, la invasión estadounidense, años de violencia sectaria y el surgimiento del Estado Islámico, han afectado la economía y la infraestructura de Iraq, dejando a muchas personas sin los servicios más básicos. Aunque el país se encuentra en la quinta mayor reserva probada de petróleo del mundo, gran parte de la población vive en la pobreza.