Los pilotos militares rusos están ampliando las zonas de vuelo sobre Siria y comienzan a patrullar nuevas áreas en las provincias del norte y noreste del país.
Las tripulaciones de los helicópteros dijeron a los periodistas que tienen la tarea no solo de apoyar a las unidades de la policía militar cerca de la frontera sirio-turca, sino también de garantizar la seguridad en los puntos de distribución de asistencia humanitaria en Alepo y Al-Hasakah.
Según el comandante del helicóptero Mi-35 Alexei Trefilov, actualmente la aeronaves rusas vuelan principalmente al norte de Siria. «Realizamos vuelos a altitudes muy bajas, evitando asentamientos, y estamos listos para cumplir tareas de combate en cualquier momento del día o de la noche. Prestamos atención para evitar una gran concentración de personas y transporte», señaló. Los pilotos tienen que volar a una altitud de 30 o 50 metros sobre el suelo en algunas áreas debido a razones de seguridad.
A su vez, el piloto-navegador del helicóptero Mi-8 Artem Solovyov señaló que cada día dos o tres helicópteros vuelan sobre estos territorios a una velocidad de 200 km por hora a una altitud muy baja. Estas misiones de patrulla toman casi dos horas. La patrulla aérea de Rusia vuela sobre áreas cercanas al río Éufrates, donde se encuentran las principales centrales hidroeléctricas sirias, a saber, Tabqa en la gobernación de Raqqa y Tishrin en la gobernación de Alepo.