El ejército sirio asumió la responsabilidad del reciente serie de ataques aéreos contra petroleros e instalaciones (y no la coalición internacional de los EE.UU.) pertenecientes a las áreas ocupadas por Turquía de Al-Bab y Jarabulus en el norte de Siria.
Según la agencia de noticias estatal siria SANA, las instalaciones destruidas y los petroleros pertenecían a organizaciones kurdas que introducen de contrabando petróleo sirio a través de tanques a través del área ocupada por Turquía de Jarablus y la región del Kurdistán iraquí hasta Turquía. El informe de SANA enfatizó la hipocresía de este enfoque al recordar que el liderazgo kurdo ha declarado repetidamente que Turquía es su enemigo.
El informe de SANA agregó que el ejército sirio tomará medidas estrictas contra cualquier tipo de estas actividades.