Turquía adquirió los sistemas de defensa aérea rusos este año en virtud de un acuerdo firmado en 2017. Se espera que los sistemas entren en funcionamiento en abril de 2020; y Ankara no ha descartado la posibilidad de comprar un lote adicional de S-400 en el futuro.
Turquía realizó una serie de pruebas de S-400 de fabricación rusa en la provincia de Ankara el lunes y martes, según la Agencia de Noticias İhlas.
El ejercicio involucró aviones F-16 Fighting Falcon de Estados Unidos que volaban a baja altura, mientras que los sistemas de defensa de fabricación rusa exploraron el espacio aéreo.
Las pruebas se llevaron a cabo en un momento en que Estados Unidos insta a Turquía a abandonar los S-400 «destruyéndolos, regresándolos o de alguna manera eliminándolos».
Las llamadas de Estados Unidos se producen cuando Washington está en desacuerdo con Ankara por la suspensión de la participación de Turquía en el programa internacional F-35. Estados Unidos amenazó con eliminar a Turquía por completo del programa y sancionar al país a menos que Ankara renuncie a los S-400, que Washington cree que son incompatibles con las defensas de la OTAN.
Turquía se ha negado a abandonar el sistema, diciendo que es indispensable para sus defensas y de ninguna manera compromete la seguridad de la OTAN.