En medio de una fuerte represión contra protestas populares que exigen el fin de la violencia y rechazan el Gobierno de facto de Jeanine Áñez, se despliega hoy una misión técnica de la ONU en Bolivia.
Un equipo de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU desarrolla una misión técnica para recabar información sobre el estado de las garantías fundamentales en ese país y esclarecer los hechos de violencia, denuncias de asesinatos por parte de las fuerzas militares y otras violaciones.
De hecho, ya se han producido reuniones con actores nacionales bolivianos, según indicó la Oficina Regional para América del Sur de esa instancia de Naciones Unidas.
Por su parte, el enviado personal del secretario general de la ONU, Jean Arnault, se encuentra en Bolivia para participar en una iniciativa de diálogo en aras de calmar la actual crisis y llevar paz a ese país.
Así indicó el vocero del máximo representantes de Naciones Unidas, Stéphane Dujarric, y dijo que Arnault asistió a un encuentro organizado por la Conferencia Episcopal para el Diálogo y la Unión Europea, con diferentes sectores de la sociedad.
El enviado personal de Guterres es el encargado de participar en nombre de la ONU en este proceso que debe definir los acuerdos para la convocatoria de nuevas elecciones generales.
Pero la situación en Bolivia continúa fuera de control, luego del golpe de Estado contra Evo Morales, quien debió asilarse en México para proteger su vida ante las amenazas.
El Gobierno de facto en esa nación, encabezado por la autoproclamada presidente Jeanine Añuez, ha desatado una violenta represión, al extremo de emitir un decreto que exime a los militares de responsabilidad penal en el control de las manifestaciones populares.
La medida se une a la erogación de fondos millonarios para la compra de equipamiento adicional para las Fuerzas Armadas, así como la creación de un organismo especial a cargo de detener a aquellos legisladores afines al Movimiento al Socialismo que cometan presuntos actos subversivos y sedición.
En lugar de pacificación, ordenan difamación y represión contra hermanos del campo que denuncian el golpe de Estado, apuntó Morales por medio de su cuenta en Twitter.
Después de masacrar a 24 indígenas, ahora preparan un Estado de sitio. Sería la confirmación de que, pidiendo democracia, instalaron una dictadura, subrayó.
Este fin de semana, la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, reportó denuncias de muertes de manifestantes que habrían sido causadas por las fuerzas públicas y urgió a las autoridades de Bolivia a garantizar la seguridad y el derecho a la vida de las personas que protestan.
Según dijo por medio de un comunicado, teme que la situación en esa nación pueda empeorar y recrudecerse la violencia y represión.