La alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, teme hoy que la situación en Bolivia pueda empeorar y recrudecerse la violencia y represión que ya dejó un saldo de 17 personas asesinadas. Por medio de un comunicado, la alta representante consideró que hay un peligro extremo en ese país, pues la violencia está lejos de apaciguarse y por ello, pidió a las autoridades limitar del uso excesivo de la fuerza, así como garantizar la integridad y el derecho a la vida de los manifestantes.
Al menos 17 personas murieron en el contexto de las manifestaciones luego del golpe de Estado a Evo Morales. Tales son las cifras registradas por la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
‘Mientras que las primeras muertes se produjeron como resultado de enfrentamientos violentos entre manifestantes rivales, las más recientes parecen derivar de un uso innecesario o desproporcionado de la fuerza por parte de personal policial o militar’, apuntó Bachelet.
El viernes murieron por lo menos cinco manifestantes en Sacaba, Cochabamba, ‘presuntamente a consecuencia del uso de munición letal por parte de las fuerzas de seguridad’, señaló.
Bachelet expresó gran inquietud no sólo por los muertos y centenares de heridos, sino porque se han registrado múltiples arrestos y porque habría más de 600 personas detenidas desde el 21 de octubre.
La alta comisionada llamó a las autoridades bolivianas a revelar el número de personas arrestadas, heridas y fallecidas durante las protestas, e instó a investigar con celeridad, imparcialidad, profundidad y transparencia los hechos para que haya una rendición de cuentas de los responsables.
Asimismo, pidió abstenerse de emplear a las fuerzas militares en operaciones de orden público, incluyendo durante las protestas.
La situación actual en Bolivia no podrá resolverse por medio de la fuerza y la represión, recalcó, las acciones represivas de parte de las autoridades simplemente avivarán más la ira, y ponen en peligro cualquier camino de diálogo posible.
‘Insto a todos los actores, incluyendo a los manifestantes, a que renuncien a la violencia para transitar hacia una solución pacífica a la crisis actual’, concluyó.
Líderes mundiales han denunciado el orden inconstitucional que hay actualmente en Bolivia, luego del golpe de Estado a Evo Morales, quien se encuentra ahora asilado en México para proteger su vida, ante las amenazas que recibió.
Desde la nación azteca, Morales ha denunciado la represión desatada por los militares y policías durante las manifestaciones de los últimos días en contra del golpe de Estado y el régimen de facto instalado.
También aboga por un diálogo con acompañamiento nacional e internacional para pacificar Bolivia.