De una a otra semana decisoria, los candidatos presidenciales de Uruguay, Daniel Martínez, del Frente Amplio y Luis Lacalle Pou, del Partido dejaron huellas de su último debate hacia el balotaje del 24 de noviembre, informa Prensa Latina.
Los electores uruguayos siguieron con atención la confrontación de respectivas propuestas de futuro del país, en transmisión televisiva en cadena el miércoles 13, durante dos horas, sin ganador claro según expertos encuestadores.
Martínez defendió la certeza de 15 años de gobiernos de coalición de izquierda que redujo la pobreza del 39 por ciento en 2005 a un 8,8 en el presente, y otros muchos reconocidos avances económicos y sociales.
Del otro lado, Lacalle, con más críticas que atisbos de programas, se concentró en insuficiencias y errores reconocidos por el gobierno, incluyendo presentación de datos relativos a la salud pública, que el ministerio correspondiente demostró que eran falsos ‘para confundir a la gente’ .
Para el Frente Amplio, la contienda hacia el balotaje se libra con el lema de ‘hacerlo mejor’ y una movilización de la militancia por ‘el voto al voto’, prescindiendo de actos y en su lugar ir al encuentro de no adherentes y desilusionados, con quienes dialogar con humildad, según pautas del Comando de Campaña.
En cambio el Partido Nacional, recibirá a recibir ventaja de cinco puntos de intención de voto en consultoras de sondeos, beneficiado por el armazón de una alianza coyuntural sumatoria de cuatro formaciones de derecha, pugnaces entre sí, con el solo objetivo de cortar el paso al FA y propiciar desde un eventual Ejecutivo, políticas neoliberales.
Se destacó en esos siete días la visita del presidente electo de Argentina, Alberto, para reunirse con el mandatario Tabaré Vázquez, de quien recibió la aceptación a acompañarle en el vestidura el 10 de diciembre en Buenos Aires.
Durante su estancia de una jornada alabó la democracia en Uruguay, país del que dijo intentará seguir su experiencia para salir de la crisis económica argentina y sostuvo un encuentro amistoso con el candidato frenteamplista Martínez.
A partir del golpe de Estado perpetrado el domingo 10 en Bolivia, el gobierno de Uruguay sostuvo una posición de condena y disposición a considerar asilo político a bolivianos amenazados, lo que acompañó diputados del Frente, la central sindical Pit-Cnt que expresó contundente repudio en concentración masiva, y diversas organizaciones sociales que se posicionaron en términos iguales.