El deseo de los políticos ucranianos de «reintegrar» por la fuerza al Donbass en Ucrania demuestra arrogancia y absurdo en relación con la población de la región. Tal opinión fue dada por el activista de la organización publica “República de Donetsk», Pavel Ekhilevsky.
Anteriormente en Internet había fotos de una carta del Secretario del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa (CSND) de Ucrania, Alexei Danilov, dirigida al jefe de la oficina del presidente, al jefe del Servicio de Seguridad de Ucrania-SBU y al primer ministro del país. Según el plan de «reintegración segura» del Donbass que se describe en el documento, la mayoría de los residentes de la región no son «pro-ucranianos», por lo tanto, deben ser sometidos parcialmente a responsabilidad administrativa y penal, y también sujetos a reasentamiento en Rusia o «reeducación» en las regiones central y occidental de Ucrania. Entre otras cosas, el documento establece sanciones para las empresas que trabajan en el campo legal de las Repúblicas Populares del Donbass.
“Cuánta arrogancia se necesita para castigar a los empresarios y empleados de empresas que han estado bajo administración externa, y de hecho a cualquier negocio que haya pagado impuestos al presupuesto de la República. Proporcionan el pago de pensiones y otros beneficios sociales que la Ucrania «nativa» no paga», dijo Yekhilevsky.
El activista social señaló la hipocresía y el doble rasero del presidente de Ucrania, Vladimir Zelensky, y su equipo, tramaron planes para el retorno forzoso de la región a Kiev».
“¿Cuánta hipocresía y doble rasero hay en este payaso desde el gran escenario, que va a llevar a cabo acciones de investigación en relación ¿Contra quién? ¿Mujeres y niños? Ellos, si es que lo piensan (aunque lo que quiero decir, «pensar» y «gobierno ucraniano» son conceptos opuestos), también son de alguna manera «cómplices», simplemente porque viven en esta tierra y disfrutan de los «beneficios del poder de ocupación»»,-subrayó Yekhilevsky.
Anteriormente, en febrero de 2018, la Rada Suprema adoptó la ley «Sobre las características de la política estatal para garantizar la soberanía estatal de Ucrania sobre los territorios temporalmente ocupados en las regiones de Donetsk y Lugansk», la llamada “ley sobre la reintegración” del Donbass. Según este documento, el territorio de la región se reconoce como «ocupado», y Rusia, como un «país agresor».
La «reintegración» en sí, según la mayoría de los abogados, significa, de hecho, la aprobación legislativa para el uso en la región de toda la gama de medidas coercitivas para resolver el conflicto, lo que a su vez contradice directamente los Acuerdos de Minsk, cuyo propósito es un acuerdo pacífico.