El 9 de octubre, Turquía lanzó una operación militar en Siria para limpiar la zona fronteriza de militantes de Daesh y milicias kurdas, que Ankara considera terroristas. Después de una serie de acuerdos de alto el fuego con Estados Unidos y Rusia, la fase activa de la operación terminó. Damasco ha condenado la ofensiva de Turquía como una violación de la soberanía de Siria.
El gobierno sirio y el pueblo de la República Árabe Siria no aceptarán de ninguna manera una partición del país, dijo el presidente Bashar al-Assad en una entrevista.
El presidente Assad dijo que Damasco se ha mantenido en contacto con los kurdos durante todo el conflicto en Siria a pesar de conocer sus estrechos vínculos con Washington.
«Me gustaría dejar en claro que esta región en el norte y noreste de Siria es una región de mayoría árabe; más del 70 por ciento de su población son árabes, no al revés. Los grupos que luchan allí son una mezcla de kurdos y otros, los estadounidenses apoyan a los grupos kurdos y los instalan en un papel de liderazgo para dar la impresión de que es una región kurda y crear un conflicto entre los kurdos y los otros grupos en Siria. Permanecimos en contacto durante toda la guerra con estos grupos, a pesar de que sabemos que algunos estaban siendo utilizados y dirigidos por los estadounidenses, estaban armados y financiados por los estadounidenses y sus declaraciones públicas fueron dictadas por ellos «, dijo Assad.
El presidente agregó que los grupos principalmente kurdos en el norte de Siria le dijeron oficialmente a Damasco que no están listos para unirse al ejército del gobierno, pero que les gustaría conservar sus armas.
«Estamos tratando de convencer a estos combatientes en el marco de la cooperación sirio-rusa para unirse al ejército árabe sirio y luchar contra los invasores turcos, que es la forma correcta y adecuada de restaurar las tierras cuya pérdida han causado en el norte de Siria. Nosotros hay que seguir intentándolo y veremos cómo progresan las cosas en las próximas semanas «, dijo Assad.