En los audios se revelan el entramado de la conspiración contra el Gobierno boliviano que contemplaba la separación y la división del Ejército boliviano y la policía nacional.
Tras el golpe de Estado a Evo Morales perpetrado el pasado domingo 10 de noviembre, salieron a la luz una serie de audios los cuales revelan los detalles de la conspiración y la participación de Estados Unidos en los hechos sucedidos en Bolivia.
La filtración de los 16 audios confirman la conspiración fraguada entre líderes opositores y militares bolivianos para impulsar las acciones desestabilizadoras que llevaron al golpe contra Evo Morales.
El presidente Evo Morales había denunciado en reiteradas oportunidades que la oposición política y civil estaban impulsando una conspiración en su contra y que contaban con apoyo externo.
La revelación de los audios
El plan se centraba en que si Evo Morales ganaba las elecciones del pasado 20 de octubre se instauraría un gobierno de transición cívico-militar. El nuevo gobierno alegaría fraude en proceso electoral y no reconocería la victoria electoral de Morales.
En los audios se revelan el entramado de la conspiración contra el Gobierno boliviano que contemplaba la separación y la división del Ejército boliviano y la policía nacional, logrando que estas fuerzas se rebelen contra el presidente Evo Morales.
Además, preveía la manipulación de sectores estratégicos de la sociedad boliviana para crear un clima de caos y desestabilización con el objeto de presionar al Gobierno boliviano a dimitir.
Los audios develan la injerencia de EE. UU. y el uso de las embajadas acreditadas en el país y la Iglesia Evangélica, para ingresar los recursos que servirían de motor para ejecutar la operación.
En los audios se hace mención además a supuestos compromisos de los senadores estadounidenses Ted Cruz, Marco Rubio y Bob Menéndez, quienes al parecer estarían en contacto directo con la oposición en Bolivia para fomentar el cambio.
También hacen mención a la implicación de los principales agentes políticos bolivianos con residencia en la nación norteamericana: Gonzalo Sánchez de Lozada, Manfred Reyes Villa, Mario Cossio y Carlos Sánchez Berzain y la coordinación con los líderes de la asociación opositora “Coordinadora Nacional Militar”, compuesta por exoficiales del Ejército, entre ellos, el general Rumberto Siles, los coroneles Julius Maldonado, Oscar Pacello y Carlos Calderón.
Los exoficiales son señalados de suministrar los fondos que presuntamente se enviaron desde Estados Unidos para la conspiración y posterior golpe de Estado.
Los líderes de la oposición boliviana: Waldo Albarracín, presidente de la Confederación Nacional Democrática (CONADE), Jaime Antonio Alarcón Daza, presidente del Comité Cívico de La Paz, Jorge Quiroga, expresidente de Bolivia, Juan Carlos Rivero, Rolando Villena, exdefensor del pueblo y Samuel Doria Medina del Partido de Unidad Nacional también se encuentran involucrados en las acciones de coordinación.
A pesar del golpe de Estado, movimientos y sectores populares e indígenas se mantienen en protesta denunciando las acciones contra Evo Morales y exigiendo su regreso al país.