La situación en Bolivia sigue siendo tensa desde que el presidente Evo Morales renunció el domingo, en medio de violentas manifestaciones masivas y luego abandonó el país.
Moscú está pidiendo a las potencias extranjeras que se abstengan de aprovechar Bolivia durante una crisis política en el país latinoamericano, declaró el miércoles el viceministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Ryabkov.
«No se debe dar rienda suelta a la ‘pasión’, esto es especialmente cierto para las fuerzas extranjeras que tal vez todavía estén tentadas a aprovechar, incluso geopolíticamente», dijo. «No nos gustaría que continúen los disturbios después de un cambio tan dramático, que ocurrió en solo días y horas y resultó en una remodelación completa del panorama político del país».
También expresó su esperanza de que la situación eventualmente se normalice y que «los procesos que permitan que el país se desarrolle» continuarán «dentro de un marco constitucional».
El presidente Morales ganó la primera vuelta de las elecciones del 20 de octubre, pero su principal rival, Carlos Mesa, se negó a reconocer la derrota, lo que provocó enfrentamientos. Tras violentas protestas en la capital y las fuerzas armadas nacionales instando a su renuncia, el presidente boliviano renunció y dijo que se iba a México.
El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, confirmó más tarde que su país estaba otorgando asilo político a Morales.