Decenas de miles de nacionalistas polacos salieron a las calles de Varsovia para una marcha anual de extrema derecha en conmemoración de la independencia del país, y muchos exhibieron símbolos de poder blanco y agitaron bengalas rojas y antorchas tiki.
Los manifestantes llevaban banderas polacas y cantaban «No a la Unión Europea» y «¡Dios, honor, patria!», Entre otros eslóganes ultranacionalistas. Los manifestantes con capucha negra levantaron pancartas pidiendo una «Intifada polaca» y denunciando el sionismo.
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Los manifestantes estaban en vigor para conmemorar el establecimiento de 1918 de la segunda república polaca, formada después de la Primera Guerra Mundial en partes de Alemania, Austria y Rusia.
Los participantes, reunidos en el centro de Varsovia, fueron advertidos por el organizador Robert Bakiewicz de que el mundo ha «abandonado a Dios y al cristianismo» y que Polonia morirá «a medida que las naciones de Europa occidental estén muriendo», informó Reuters.
La lucha contra la inmigración fue otro tema importante del evento, con Ziemowit Przebitkowski, del grupo juvenil ultranacionalista polaco, que le dijo a los polacos que era importante fomentar la «moral nacional» y detener la inmigración masiva.
La llamada marcha de la independencia ha crecido para atraer la atención y la participación de grupos y figuras de extrema derecha de todo el mundo. Este año, también participaron activistas del grupo italiano de extrema derecha Forza Nuova y activistas de línea dura de Hungría.
Polonia está cada vez más polarizada desde que el partido nacionalista Ley y Justicia (PiS) asumió el poder hace cuatro años y prometió un renacimiento del patriotismo y los valores católicos tradicionales. PiS ha sido acusado de hacer la vista gorda ante el creciente ultranacionalismo y antisemitismo.
El presidente polaco, Andrzej Duda, hizo un llamamiento a la unidad el lunes, llamando a «una patria común, más allá de todas las divisiones», pero reconociendo que «se permiten diferentes ideologías y creencias» en una Polonia libre y democrática.
El evento de este año fue considerablemente más pequeño que el del año pasado, que marcó el centenario de la independencia de Polonia y contó con la participación de unas 200,000 personas, incluido el propio Duda.