La policía boliviana pide a los militares que ayuden a mantener el orden público

La policía de Bolivia pide a las fuerzas armadas del país que intervengan y lo ayuden a mantener el orden público en el país, dijo el comandante del Departamento de Policía de La Paz, José Antonio Barrenechea.

«Comandante en jefe [Williams] Kaliman, le pido que intervenga, porque las reservas de la policía boliviana ya se han agotado», dijo en un discurso desde las calles de La Paz, transmitido por la estación de TV Unitel.

En su discurso, Barrenechea le pidió al ejército «que evite las muertes y el derramamiento de sangre».

El comandante de las Fuerzas Armadas, Williams Kaliman, respondió diciendo que las fuerzas armadas están listas para ayudar.

«El mando de las Fuerzas Armadas ordenó a los militares llevar a cabo operaciones conjuntas con la policía con el fin de evitar el derramamiento de sangre», dijo a los periodistas en una conferencia de prensa transmitida por Facebook.

Yuri Calderón, quien antes renunció al cargo de comandante de la policía nacional, dijo que las patrullas conjuntas «comenzarían hoy y terminarán cuando se restablezca la paz en Bolivia». Agregó que «numerosas estaciones de policía fueron saqueadas e incendiadas durante los disturbios».

La situación en el país sigue siendo tensa a pesar de la renuncia del domingo del presidente Evo Morales. Informe de los medios bolivianos de enfrentamientos entre la oposición y los partidarios del presidente dimitido.

La cámara alta del parlamento boliviano se reunirá el martes para una sesión de emergencia para considerar posibles soluciones para la crisis política actual, incluido quién encabezará el país después de la renuncia del presidente, dijo la segunda vicepresidenta del Senado de Bolivia, Jeanine Anez.

Anez aseguró que los legisladores «están haciendo todo lo posible para estabilizar la situación» y garantizar la elección lo antes posible de un nuevo jefe de estado.

«Convocamos a todos los senadores para una sesión mañana», dijo Anez, quien actualmente es la máxima funcionaria de la cámara alta del parlamento.

También dijo que ambas cámaras de la legislatura bicameral del país se reunirían el miércoles.

«Estamos convocando a ambas sesiones para determinar el orden constitucional de la transición de poder», dijo, y agregó que, de acuerdo con la constitución, se supone que debe obtener el puesto vacante del presidente del Senado.

Anteriormente, la ex presidenta del Senado, Adriana Salvatierra, y su primer diputado presentaron su renuncia.

El 10 de noviembre, el presidente boliviano, Evo Morales, anunció su renuncia, calificando los acontecimientos recientes como un golpe de estado. Se retiró siguiendo las demandas de las fuerzas armadas, la oposición y los sindicatos del país.

Las elecciones presidenciales de Bolivia se celebraron el 20 de octubre. El Tribunal Supremo Electoral del país declaró que el actual presidente Evo Morales ganó la primera vuelta. Su principal rival, el ex presidente Carlos Mesa, dijo que no reconoció la victoria de Morales. Después de que se anunciaron los resultados de las elecciones, estallaron protestas y huelgas en todo el país sudamericano. Morales declaró el estado de emergencia y acusó a la oposición de intentar dar un golpe de estado.

Las autoridades de Cuba, Venezuela y México, así como el recién elegido presidente de Argentina, Alberto Fernández, también criticaron los acontecimientos recientes como un golpe de estado.

De acuerdo con la constitución del país, si el presidente y el vicepresidente renuncian, el jefe del Senado debería convertirse en un líder interino del país. Si él también renuncia, el cargo recae en el presidente de la Cámara de Diputados, la cámara baja del parlamento, pero tanto Adriana Salvatierra como el presidente de la Cámara de Diputados, Víctor Borda, ya han presentado sus renuncias.

Las leyes bolivianas no especifican cómo se debe llevar a cabo la transición de poder en este caso. Sin embargo, Anez dijo que estaba lista para convertirse en presidente interina ya que se suponía que debía dirigir la cámara alta del parlamento después de la renuncia de Salvatierra y su primer suplente.

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