Cientos de manifestantes salieron a las calles de Barcelona, el lunes, después de que el primer ministro en funciones de España, Pedro Sánchez, y su Partido Socialista de los Trabajadores (PSOE) de España ganaran las elecciones parlamentarias, pero no lograron asegurar la mayoría, dejando al país en un punto muerto político.
«Estoy aquí especialmente por lo que sucedió en las elecciones porque me parece un gran cambio en la sociedad española. No soy catalán, no soy independentista, pero estoy en la calle porque tengo que defender lo que está pasando aquí, eso no me parece muy normal», dijo Sergi, uno de los manifestantes.
Al comentar sobre la protesta organizada el mismo día por ‘Tsumani Democrático’-grupo independentista pro-catalán- bloqueando la autopista AP7 entre España y Francia, Mireia, una de las manifestantes, dijo: «Está bien para mí porque es afirmar que estamos totalmente en contra, y los catalanes tienen que luchar y la gente en Europa tiene que escucharnos».
Las elecciones generales españolas, celebradas el domingo, terminaron en un punto muerto por cuarta vez en cuatro años. El PSOE aseguró 120 escaños con el conservador Partido Popular (PP) obteniendo 88 y Vox de extrema derecha 52 en el Congreso de Diputados de 350 escaños.
Con la gran coalición de PP y PSOE siendo descartada por este último, Sánchez ahora se enfrenta a la tarea de asegurar el apoyo de los partidos más pequeños.